A pesar que su lucha no ha sido reconocida, sin la participación de las mujeres en la Revolución Mexicana no se habría logrado sus objetivos de reinvindicación, justicia y libertad
Berenice Chavarria Tenorio / Cimac Noticias
Ciudad de México.- Las mujeres revolucionarias de hace más de 100 años abrieron los caminos de resistencia, fueron las predecesoras de las actuales mujeres, jóvenes y niñas que rechazan los mandatos opresores, quienes se sostienen una a otras para generar sus propias revoluciones.
Este 20 de noviembre se conmemora el 112 aniversario de la Revolución mexicana, misma que sin la participación de las mujeres no habría logrado sus objetivos de reivindicación, justicia y libertad.
Entre las mujeres destacadas de este proceso recordamos a María de la Luz Espinoza Barrera, a quien 1910 le fue otorgado el grado de teniente coronel, por el general Emiliano Zapata, “al demostrar gran valentía, coraje y habilidad como jinete”, destaca la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
También tenemos a Carmen Vélez, conocida como «la Generala», quien comandó cerca de 300 hombres que lucharon en los estados de Hidalgo y Tlaxcala. Clara de la Rocha, quien fungió como comandante de guerrilla en 1911, durante la toma de Culiacán, Sinaloa. María Quinteras de Meras, quien participó en 10 enfrentamientos y alcanzó el grado de coronel en el Ejército Villista. Destaca además Petra Herrera, quien formó su propio ejército integrado por mujeres.
Ellas participaron en un proceso de lucha y liberación. Y en la actualidad, las mujeres valientes continúan construyendo caminos por medio de la exigencia, el amor y la sororidad.
Aunque la lucha feminista precede por años a esta década, se ha podido ver con más fuerza en los últimos años la organización de mujeres y la creación de redes desde el acompañamiento y el cuidado.
Como ejemplo recordemos la Primavera Violeta de 2016, cuando un 24 de abril miles de mujeres marcharon en más de 40 ciudades mexicanas de manera simultánea. La militancia callejera se hizo presente ante el incremento de casos de feminicidio, la exigencia por una igualdad y la búsqueda de una vida libre de violencia.
Tampoco podemos olvidar la brillantada feminista en 2019, año en que el glitter se volvió el símbolo de las mujeres en la CDMX para demostrar que acompañadas defenderían a sus amigas, hermanas, madres y desconocidas que fueran violentadas por el sistema machista que por años las ha oprimido.
Terremotos, tsunamis feministas que han marcado momentos históricos, como el realizado en 2020, meses antes de que el COVID-19 provocara un confinamiento masivo. Ese 8 de marzo miles de mujeres salieron a las calles, pintando de violeta los caminos que acompañaban bajo consignas de libertad, cubiertas por jacarandas que combinaban con la esencia de su andar.
El glitter, las voces, los carteles y los pañuelos son los elementos que acompañan a las nuevas revolucionarias, quienes de las manos de las otras han creado redes para lograr lo que hace 112 años también movió espíritus: libertad y justicia.