Se manifiestan en la caseta de cobro de SCLC debido al abandono de las autoridades
Ana Liz Leyte / Aquínoticias
Más de cuatro años han transcurrido desde que familias del ejido Puebla, municipio de Chenalhó fueron desplazados por grupos paramilitares de San Martha, hoy en día no pueden retornar a sus hogares, no cuentan con servicios de salud y no reciben apoyo de autoridades competentes.
256 personas, no han podido retornar a sus hogares, más de una decena de menores han nacido durante el desplazamiento y tres personas (dos menores de edad) han perdido la vida.
Sin embargo, la situación más complicada se presentó en los meses de mayo, junio y julio, ya que más del 50 por ciento de los desplazados presentaron síntomas de COVID-19, pero nunca se les brindó asistencia médica, ni se les proporcionó información de la enfermedad y no se les realizaron pruebas.
Ante la desatención y el completo olvido en el que permanecen, estas 54 familias decidieron tomar la caseta de cuota San Cristóbal–Chiapa de Corzo, se encontraban repartiendo información a los automovilistas, y a pesar de haber sido notificados de un posible desalojo, aseguraron que no se retirarían hasta obtener respuestas concretas por parte del gobierno estatal.
«Decidimos hacer una actividad para exigir la justicia y la desarticulación y la orden de aprehensión que no han ejecutado por el asesinato de mi papá, Guadalupe Cruz Hernández, exigimos un retorno digno en condiciones a nuestras comunidades. Se han enfermado personas y el gobierno del estado aún no han mandado médicos y doctores al campamento para revisarlas», dijo Araceli Cruz López, desplazada de Chenalhó.
Sin embargo, durante la tarde del martes, la situación se tornó tensa, ya que, presuntamente un militar intentó disparar a las manifestantes, ya que desde el interior de su vehículo habría sacado su arma para amenazarlas, por ello, inmediatamente fue desarmado, detenido entregado a las autoridades correspondientes.