Desplazamientos, un trauma para infantes y adolescentes

Según la Red por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia en Chiapas (Reidas), en Chiapas desde el 2017 hasta la actualidad, han sufrido desplazamientos forzados alrededor de 4 mil menores de edad debido a la violencia que impera en sus comunidades

Lucero Natarén / Aquínoticias

El Embajador del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) México, Jorge Marín, dijo en este Día Internacional del Migrante que «el siglo XXI va a ser el siglo de las migraciones. Los desplazamientos tienen consecuencias emocionales. Hay que tratar de ayudar y apoyar».
Jorge Marín trabaja en favor de la niñez migrante, expresó que esta situación se ha acrecentado cada año, en donde las niñas y niños son los más afectados.
Aunque los desplazamientos que voluntaria e involuntariamente se dan, las consecuencias de esto tienen un impacto social muy importante, traen consigo consecuencias emocionales significativas en las que se debe tratar de ayudar y apoyar.
Explicó que para entender lo que es ser un niño desplazado es necesario poner en sus zapatos por un día, para ver que «la cosa no es fácil, necesitamos como seres humanos hacer empatía entre nosotros».
Según la Red por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia en Chiapas (Reidas), en Chiapas desde el 2017 hasta la actualidad, han sufrido desplazamientos forzados alrededor de 4 mil niñas, niños y adolescentes debido a la violencia que impera en sus comunidades.

4 mil niñas y niños indigenas estan en desplazamiento forzado en Chiapas

Para Marín, el arte y la creatividad son un motor que destapa consciencias, nos hace crecer, emocionarnos y nos hace una reconciliación emocional importante. Por eso, para ayudar emocionalmente a los pequeños es necesario realizar talleres, por ejemplo, él presentaba como construir un muñeco donde cada niño le da una personalidad.
«Psicológicamente esto es muy importante porque ayuda a construir lazos emocionales que en un caso como el de los niños desplazados es difícil ir creando lazos porque generalmente se van rompiendo».
Hemos visto circular fotografías donde alumnos de la Escuela Normal Rural Mactumactzá, quienes pese a la situación que viven no ha sido impedimento para compartir sus conocimientos e, incluso, sus alimentos con los pequeños desplazados.

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