Las oficinas de Cimac fueron allanadas en dos ocasiones y la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México reconoció su responsabilidad por su falta de actuación
Diana Hernández Gómez / Cimac Noticias
Ciudad de México.- Este 16 de agosto, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) realizó un acto de reconocimiento de responsabilidad por su falta de actuación al investigar dos allanamientos ocurridos en las oficinas de Comunicación e Información de la Mujer A.C. (CIMAC). La impunidad alrededor de estos actos es un ejemplo de la falta de protección a las y los periodistas en México, quienes día con día desempeñan su labor en un contexto que pone en riesgo su trabajo e integridad física.
El acto de reconocimiento tuvo lugar en las oficinas de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM). En el evento, Lucía Lagunes Huerta –directora general de CIMAC– manifestó que en ninguno de los dos allanamientos se contempló la labor periodística y de defensa de derechos humanos de la organización como una posible vía de investigación.
De acuerdo con Lagunes Huerta, cuando ocurrió el primer allanamiento en junio de 2008, las autoridades simplemente no realizaron ninguna investigación. Y en 2011, cuando el crimen se repitió, la entonces Procuraduría General de Justicia (PGJ) solo realizó las primeras indagatorias, donde además se incluyeron declaraciones contradictorias del cuerpo policial. No se investigó más en 14 meses de trabajo y, por el contrario, dos sospechosos detenidos por el delito quedaron en libertad.
Ante esta falta de acción, la Comisión de Derechos Humanos (CDH) del entonces Distrito Federal emitió la recomendación 08/2004. Uno de los puntos abordados era precisamente el reconocimiento de responsabilidad emitido el día de hoy, a 11 años del último asalto a CIMAC.
Cabe destacar que las dependencias de procuración de justicia en México han hecho este tipo de reconocimientos públicos en contadas ocasiones. De ahí que este acto sea sumamente relevante no solo para CIMAC, sino para las y los periodistas cuyas agresiones han quedado impunes.
Fiscalía reconoce omisiones en agresiones a CIMAC
Jazmín Vera Aguilar, titular de la Fiscalía de Investigación Estratégica de Asuntos Especiales, fue la encargada de llevar a cabo el reconocimiento en representación de la fiscal general Ernestina Godoy Ramos.
Durante el acto, Vera Aguilar admitió que las omisiones de la PGJ en los dos casos de allanamiento en CIMAC derivaron en investigaciones donde no se emplearon adecuadamente los protocolos de protección para periodistas y personas defensoras. Entre estas fallas, reconoció también que los dos sospechosos del segundo allanamiento fueron liberados por una supuesta falta de pruebas.
Nashieli Ramírez Hernández, presidenta de la CDHCM, explicó que a estas agresiones se suman otras faltas graves por parte de las autoridades como la omisión de un acompañamiento legal y psicológico a las víctimas. Sin embargo, mencionó que el reconocimiento de responsabilidades por parte de la Fiscalía es fundamental para reparar el daño provocado a las integrantes de CIMAC; además, agregó que el acto público contribuirá a evitar que otras violencias similares se repitan en este y otros espacios.
Lucía Lagunes Huerta aceptó las disculpas de la Fiscalía. Sin embargo, dijo que este reconocimiento de responsabilidades es también la admisión de las fallas del Estado, el cual se niega a actuar correctamente para proteger a periodistas, defensoras y defensores de derechos.
Por lo tanto –agregó la directora de CIMAC–, el acto público es también una oportunidad de exigencia y un llamado para que las autoridades cumplan con su tarea para proteger a quienes arriesgan su integridad física para informar a la sociedad.
Pese a mecanismos de protección, prevalecen agresiones contra periodistas
El primer allanamiento a las oficinas de CIMAC ocurrió en junio de 2008, cuando la organización se encontraba investigando casos de violaciones sexuales por parte del Ejército nacional. Además, en ese momento daba acompañamiento a la periodista Lydia Cacho.
Mucha de la información que formaba parte de estos y otros trabajos periodísticos y de acompañamiento se perdió, pues tras ingresar a las oficinas, los responsables del delito robaron los equipos de cómputo de la asociación.
Casi tres años después de estos hechos, el 20 de mayo de 2011, las oficinas fueron allanadas nuevamente. En ese entonces, CIMAC trabajaba en un informe que daba cuenta de las agresiones contra mujeres periodistas durante el sexenio de Enrique Peña Nieto y en una investigación periodística sobre agresiones a mujeres defensoras.
En esta segunda ocasión, los responsables cortaron los cables de internet de CIMAC y revolvieron todo lo que encontraron a su paso en gavetas, archiveros y escritorios. El robo de equipo fue mínimo, por lo que se presume que su objetivo no era saquear los bienes de las instalaciones.
Ante la actuación negligente de las autoridades en ambos casos, la CDHCM emitió la recomendación 08/2014, la cual –en conjunto con las acciones de defensa de CIMAC– sirvió como impulso para crear el Mecanismo de Protección Integral para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la Ciudad de México.
A pesar de esto, de acuerdo con los registros de CIMAC, desde 2005 por lo menos 41 mujeres del gremio han sido víctimas de allanamientos que ponen en peligro la preservación y difusión de sus investigaciones. Además, 10 periodistas han desaparecido en el ejercicio de su labor para la libertad de expresión y otras 22 han sido víctimas de feminicidio.
En total, hay un registro de mil 382 agresiones contra mujeres periodistas en México. Entre ellas hay casos de violencia psicológica, física, patrimonial, económica y sexual; también hay altos grados de impunidad relacionados con el hecho de que, en el 46 por ciento de los casos, los responsables son funcionarios públicos.
La falta de acceso a la justicia y a la verdad es una constante que pone en riesgo la vida de las y los periodistas. Por otro lado, la criminalización de su labor en medio del contexto de violencia generalizada en México hace que este peligro se multiplique frente a la indiferencia de la sociedad y las autoridades.
En medio de este panorama, CIMAC agradece la solidaridad de otras organizaciones como Cejil, Cencos, Periodistas de a Pie, la Red Nacional de Periodistas y Artículo 19; y también recuerda que silenciar a una es silenciar a todas. La agresión a las oficinas de esta organización no es más que un rostro de la violencia que aqueja día a día a miles de periodistas.
Ante esto, la exigencia de Lucía Lagunes y la asociación es clara: «Ni una periodista más violentada; ni un periodista más agredido; ninguna periodista más asesinada ni asesinado; ni una colega más obligada, obligado a dejar todo, a desplazarse, a exiliarse, a huir para salvar su vida por informar a la sociedad».