Está enfermedad es la segunda causa de muerte de las mujeres mayores de 30 años en México
Diana Hernández Gómez / Cimac Noticias
Ciudad de México.- En 2020, cuando los contagios y muertes por COVID-19 se incrementaban exponencialmente en México, 7 mil 821 mujeres perdieron la vida a causa del cáncer de mama en el país. Ahora, la nación experimenta los efectos económicos y sociales de la pandemia. Uno de ellos: la reducción en los niveles de atención a las pacientes con cáncer.
Según datos de la Fundación Avon, durante 2020 siete de cada 10 mujeres dejaron de asistir a consultas médicas de rutina a causa de la pandemia. Esto se debió, en parte, al temor de contagiarse de coronavirus si acudían a alguna clínica o consultorio médico. Sin embargo, hay otros factores que pudieron influir en la decisión.
Uno de ellos es la falta de recursos. De acuerdo con un informe de desigualdad del Comité de Oxford de Ayuda contra el Hambre (Oxfam), la pandemia de COVID-19 ocasionó que cerca de 13 millones de mujeres a nivel mundial perdieran su empleo en 2021. Además, se calcula que dejaron de percibir alrededor de 800 mil millones de dólares de ingresos en total.
La falta de dinero para costear consultas médicas e incluso el transporte a clínicas públicas o privadas redujo la posibilidad de las mujeres para acceder a servicios de salud. Con esto, también se disminuyó la oportunidad de conseguir diagnósticos oportunos de cáncer de mama.
Pero más allá de los recursos individuales, en México –como en otras partes del mundo– la pandemia hizo que el sistema de salud pública se tambaleara. La falta de presupuesto y la pausa establecida para la atención a mujeres con cáncer de mama son algunas de las consecuencias de esta convulsión provocada por el coronavirus y las medidas ineficaces de los gobiernos para atravesarla.
El sistema de salud frente a la pandemia
La asociación Mexfam informó hace una semana que el cáncer de mama es la segunda causa de muerte en mujeres de 30 a 54 años en México. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi), 7 mil 821 mujeres murieron a causa del cáncer de mama durante el 2020. La cantidad total de personas afectadas por esta enfermedad fue de 29 mil 929 en el mismo periodo.
Ese mismo año –según información del Gobierno de México–, la exploración de mamas en las instituciones públicas de la Secretaría de Salud se redujo en un 40 por ciento. Además, las mastografías de diagnóstico se recortaron en un 50 por ciento. Es importante mencionar que el último método es el más efectivo para detectar este tipo de cáncer en etapa temprana y evitar así tratamientos agresivos como las quimioterapias.
Tales cambios en el sistema de salud se debieron a que muchas enfermedades pasaron a considerarse «no prioritarias» frente a la cantidad de contagios y muertes por COVID-19. Pero incluso antes de la emergencia sanitaria, en México ya había deficiencias que afectan directamente a las mujeres al momento de buscar un diagnóstico sobre su salud.
Prueba de ello es que, tal como señala una investigación publicada en la revista Salud Pública de México en junio de 2022, el sector público cuenta con únicamente mil mastógrafos para la detección del cáncer de mama. Aunado a esto, no es seguro que el 100 por ciento de los aparatos funcionen adecuadamente.
El presupuesto en México para las pacientes con cáncer
Por otro lado, México experimenta una escasez constante de servicios médicos en zonas marginadas; pero también vive la falta de un sistema preventivo basado en ofrecer información pertinente sobre el cáncer de mama para detectarlo y atenderlo a tiempo. A este panorama se suman también las dudas sobre el uso de recursos públicos destinados a la salud de las mujeres.
Este 2022, el gobierno federal destinó 2 mil 121 millones de pesos al programa de Salud Materna, Sexual y Reproductiva, el cual dentro de sus objetivos se enfoca en brindar atención a problemas de salud frecuentes en las mujeres, entre ellos este tipo de cáncer.
A pesar del presupuesto planteado, en el primer trimestre del año únicamente se invirtieron 321 millones de pesos en el programa
Aunado a ello, las denuncias alrededor del desabasto de medicamentos desde hace dos años indican que una de las esferas más afectadas por la falta de fármacos son las y los pacientes con cáncer. De acuerdo con el colectivo Cero Desabasto, 626 personas con dicha enfermedad denunciaron no tener acceso a un tratamiento farmacológico en 2020. El año pasado la cifra subió a 641, y en lo que va del 2022 se han registrado 119 denuncias.
Según datos de Cero Desabasto, desde 2019, las y los pacientes con cáncer son quienes más se han quejado por el desabasto de medicamentos; esta carencia los afecta de manera directa e inmediata. Sin embargo, aún no se sabe la repercusión que tendrá, por ejemplo, el recorte en estudios de mastografía en el sector salud.
Como está sucediendo con casi todas las esferas de la sociedad, es cuestión de tiempo para medir el impacto que la pandemia de COVID-19 ha tenido en la prevención y atención de cáncer en las mujeres mexicanas.