¿Sabías que, por más sofisticado que creas a tu michi, aún conserva su lado «silvestre»? Te contamos este y otros detalles sobre los Felis silvestris catus en su día
Lucero Natarén / Aquínoticias
En el marco del Día Internacional del Gato, celebrado cada 20 de febrero, queremos platicarte sobre esos animalitos independientes y a veces «indiferentes» a tus llamados (salvo que tengas un sobre de atún en tus manos), nos referimos a los «michis». Y es que estos compañeros peludos tienen muchos datos interesantes que ofrecer, tal como te lo compartimos a continuación:
Para comenzar, aunque lo consideres un animal «elegante» (y lo es), y totalmente domesticado la verdad es que tu michi, el Felis silvestris catus, aún conserva los rasgos e instintos salvajes de sus antepasados, ya que su domesticación es relativamente reciente -unos 5 mil años, de acuerdo con la página Divulgación de la Ciencia, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)-.
Muestra de ello son los muebles rasguñados, práctica que realizan los gatos para marcar su territorio. Así mismo los felinos tienen varios «superpoderes»: entre sus habilidades heredadas por sus ancestros está la visión nocturna, la cual es posible por el tapetum lucidum, un tejido en la retina que refleja la luz a modo de espejo (no es que a tu gato le entró el «Chamuco»).
Su lengua áspera es parte de sus rasgos heredados, con ella puede acicalarse y, aunque suene tétrico, también sirve para limpiar los huesos de sus víctimas. Por cierto, y hablando de víctimas, los gatos son cazadores natos, por lo que mantienen a raya a las plagas, pues le gustan los ratones y los insectos, -sin embargo, su menú puede llegar a ser muy extenso de dejarse en la vida silvestre, lo cual puede resultar en una crisis ecológica-.
Por la razón anterior, es importante no abandonar a los michis, pues al regresar a la vida salvaje afectan la fauna nativa, cambiando la conducta de los otros animales, desplazando, marginando y reduciendo las poblaciones de aves y otros mamíferos como los mapaches y los tlacuaches. Además pueden ser transmisores de enfermedades y parásitos, por lo que es importante ser siempre un dueño responsable, además de esterilizarlos.