El Convenio 190 de la OIT reconoce que la violencia y el acoso en el mundo del trabajo pueden constituir una violación o un abuso a los Derechos Humanos y son una amenaza para la igualdad de oportunidades, además de inaceptables e incompatibles con el trabajo decente
Redacción Cimac Noticias
Ciudad de México.- La diputada del Partido del Trabajo (PT), Ana Ruth García Grande, presentó un punto de acuerdo para que la Comisión Permanente de la Cámara de Diputados exhorte al presidente Andrés Manuel López Obrador y al Senado a firmar y ratificar el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sobre violencia y acoso laboral.
A finales de junio la legisladora presentó un punto de acuerdo en la Cámara baja después de que el organismo internacional informó que el 25 de junio entró en vigor el Convenio Sobre la Eliminación de la Violencia y el Acoso en el Mundo del Trabajo (Número 190). La propuesta de exhorto fue turnada para su estudio y dictamen a la Segunda Comisión de la Permanente, de Relaciones Exteriores, Defensa Nacional y Educación Pública.
En el documento la legisladora mencionó que el Convenio 190 de la OIT reconoce que la violencia y el acoso en el mundo del trabajo pueden constituir una violación o un abuso a los Derechos Humanos y son una amenaza para la igualdad de oportunidades, además de inaceptables e incompatibles con el trabajo decente. Es necesario que México lo firme y lo ratifique para implementar las medidas que plantea este instrumento.
Este Convenio resalta la importancia de una cultura del trabajo basada en el respeto mutuo y la dignidad del ser humano para prevenir la violencia y el acoso, ya que estas conductas afectan a la salud psicológica, física y sexual de las personas, su dignidad, y su entorno familiar y social. La violencia laboral, de acuerdo con la OIT, también impide que las mujeres accedan al mercado del trabajo, permanezcan en él o progresen profesionalmente.
A la fecha sólo Uruguay, Argentina, Ecuador, Namibia, Fiji y Somalia han adoptado este Convenio. Sin embargo, la diputada aseguró que «no existe inconveniente alguno en formalizar su firma por parte del Ejecutivo Federal y su consecuente ratificación por parte del Senado de la República, en un contexto de evidente cumplimiento a sus líneas estructurales y postulados de eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo».
Además, destacó García Grande, la Ley del Trabajo de México considera los postulados contenidos en este instrumento convencional. Por ejemplo, la ley laboral contempla la «igualdad sustantiva»; establece la rescisión de la relación de trabajo en caso de que exista «violencia en el trabajo», incluyendo violencia sexual; incorpora la obligación del patrón de «implementar de acuerdo con los trabajadores un protocolo para prevenir la discriminación, en razón de género» y prohibe la realización de actos, conductas o comportamientos que menoscaben o atenten contra la dignidad de la persona trabajadora.
La legisladora consideró que desde la reforma laboral de 2019 el Estado mexicano ha avanzado en el andamiaje jurídico para dar mayor certeza a la clase trabajadora. México debe ratificar ese Convenio pues es miembro de la OIT desde 1931, y desde su incorporación ha firmado, por conducto del jefe del Ejecutivo y la ratificación del Senado, diversos convenios emergidos de este organismo internacional.
La OIT adoptó el Convenio 190 en junio de 2019, el cual consta de 8 partes y en total suma 20 artículos, donde insta a un alto a la violencia y al acoso en el mundo del trabajo. Se trata de la primera convención internacional que busca poner un alto a estas violencias en los sectores laborales, ya sea públicos, privados, rurales y urbanos, en el ámbito de la economía formal e informal.
