Aprende sobre la depresión que normalmente resulta fácil que pase desapercibida en un adolescente debido a la serie de intensos cambios físicos, psicológicos y conductuales que se dan durante esta etapa
Lucero Natarén / Aquínoticias
El término depresión se utiliza para generalizar los trastornos del tipo depresivos, siendo estos de los trastornos mentales más comunes, sin embargo, existen variantes que pueden ser prácticamente indetectables y con un gran potencial de ser peligrosos para la integridad de quien los padece.
De acuerdo con expertos, el tipo más clásico de depresión se conoce como Trastorno Depresivo Mayor (TDM) y se caracteriza por presentar síntomas depresivos la mayor parte del día, casi a diario, durante al menos dos semanas, sin embargo, en el caso de la distimia o Trastorno Depresivo Persistente, los síntomas se perciben además de casi todo el día, durante mínimo dos años en el caso de adultos y un año en adolescentes y niños.
La distimia, de acuerdo con el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-5), puede detectarse cuando durante más de dos meses seguidos se padecen los siguientes síntomas:
- Animo depresivo. (En el caso de niños y adolescentes, el estado de ánimo puede ser irritable en lugar de depresivo).
- Poco apetito o sobrealimentación.
- Insomnio o hipersomnia.
- Poca energía o fatiga.
- Baja autoestima.
- Falta de concentración o dificultad para tomar decisiones.
- Sentimientos de desesperanza.
Los especialistas agregan que la distimia en un adolescente puede pasar fácilmente desapercibida debido a que en la adolescencia ocurren una serie de intensos cambios físicos, psicológicos y conductuales, por lo que la sintomatología clínica se termina asociando a las características comunes de la adolescencia y no a un trastorno mental.
Por otro lado, el diagnóstico de la distimia resulta vital, ya que, de acuerdo con el artículo La distimia en el contexto clínico, del sitio Elsevier, esta puede tener un peor pronóstico que la TDM.
Así mismo, si no se detecta este trastorno en la infancia o en la adolescencia, puede progresar a la adultez, lo que lleva al paciente a desarrollar una visión pesimista del mundo, con una pobre conciencia del estado de ánimo normal y manteniendo una baja autoestima a lo largo de su vida, lo que perjudica su calidad de vida.
Cabe recordar que los datos aquí presentados son con fines informativos, no equivalen a una evaluación sobre salud mental, por lo que si tú crees tener alguno de los síntomas mencionados o piensas que podrías padecer depresión, debes consultar a un experto en salud mental.
