Restablecido totalmente tras más de un año de cuidados, se integrará ahora con otros manatíes
Enrique Romero
Ja»al, un manatí bebé, fue encontrado hace un año 4 meses, en Catazajá con una herida de arpón en el costado. Con tan sólo un mes de edad, sin madre, apenas 35 kilogramos y una longitud de 50 centímetros, nadie creía que podría sobrevivir y fue entregado al Ecoparque Aluxes para su cuidado, pero sin esperanzas.
Sin embargo, Don Patrocinio González y su hija Josefa, decidieron no darse de ninguna manera por vencidos, con los biólogos y veterinarios de Aluxes, iniciaron una jornada de cuidados intensivos, de amor y dedicación para sacar adelante a ese bebé –de una especie en peligro de extinción- y darle una oportunidad de vida, misma que concluyó este fin de semana cuando, totalmente restablecido, fue trasladado a la laguna de los manatíes del Ecoparque, donde se reunirá con otros de su especie.
«Era tan pequeño y vulnerable que lo trajeron en una hielera. No podíamos tenerlo en un estanque grande porque era un bebé y había que atender la herida diariamente, medicarlo y sobretodo alimentarlo, pues todavía mamaba», relata Josefa González, directora general del Ecoparque. «Por eso decidimos mi papá y yo que debía quedarse en «Casa Jaguar» –la residencia de Don Patrocinio en Palenque- para poder estar pendiente de él las 24 horas». «Me quedé sin alberca un año 4 meses, pero valió la pena. Estamos muy contentos de que se haya salvado», exclama con alegría Don Patrocino.
Alimentarlo, no fue fácil ni barato. La leche de manatí no se compra en la tienda o en el supermercado. Consiguieron, luego de muchas consultas con especialistas, una fórmula especial que sólo se consigue en los Estados Unidos. Hubo noches en vela cuidándolo, hubo lágrimas también cuando no se veían avances. Pero en Aluxes nadie se daba por vencido. El tiempo pasaba y el manatí se recuperaba paulatinamente.
Identificaba ya a sus benefactores. Al escuchar la voz de Don Patrocinio o Josefa se acercaba a la orilla de la alberca y sacaba la nariz para saludar. Le gusta que lo acaricien y ahora que ya come vegetales y verduras, que lo alimenten en la boca. Tuvieron que enseñarle a comer solo. Finalmente, cuando se decidió que ya estaba en condiciones de trasladarse a la laguna y de convivir con otros manatíes, se realizaron los preparativos.
Bajo la supervisión personal de Don Patrocinio y Josefa, el pasado sábado el equipo de Aluxes llegó muy temprano a «Casa Jaguar» e ingresaron a la alberca con el equipo especializado para el traslado. Con mucho cuidado lo sacaron y ya en la superficie lo midieron (171 centímetros) –»tiene ya mi estatura», exclamó con orgullo paternal Don Patrocinio-, y lo pesaron (114 kilogramos). Buenos resultados para un pequeño de un año 5 meses de vida. Uno que nadie pensaba que pudiera sobrevivir.
En breves minutos, y a bordo de una camioneta, cubierto con paños mojados para que no se resecara su piel, Ja»al llegó al Ecoparque Aluxes, donde de inmediato fue trasladado a un estanque de la laguna de los manatíes. Con cuidado los sumergieron y dio un enorme coletazo al zambullirse en el agua. Don Patro dio también un grito de júbilo pues se cerraba una historia de éxito y amor a la naturaleza, de las muchas que se dan en Aluxes, pero de las que poco saben.
Por ahora está separado de las 3 hembras que se encuentran en la laguna. Hay un proceso de adaptación al agua y al entorno. Pero por los ultrasonidos que producen, ya se están conociendo; están «chateando». En unas semanas Ja»al se integrará plenamente y probablemente de las 3 manatíes, escoja una como pareja. Con suerte tendrá hijos, y dará a Don Patrocinio «nietos», pues lo que es a Ja»al, por el tiempo y amor dedicados a su cuidado, ya lo considera como otro hijo propio.
