Donando «superpoderes», una campaña contra el cancer infantil

Se ha iniciado una colecta de disfraces para que, por un día, las y los pacientes del Hospital de Especialidades Pediátricas puedan convertirse en héroes y heroínas para combatir con más fuerza su enfermedad

Elizabeth Marina / Portavoz

[dropcap]S[/dropcap]uperhéroes y superheroínas prestarán sus poderes a las y los pacientes del Hospital de Especialidades Pediátricas para que combatan con más fuerzas la enfermedad que los ataca: el cáncer infantil.
Para lo anterior, se puso en marcha una colecta con la que se espera reunir más de 250 disfraces para que, por un día, las y los niños que se encuentran internos en este centro médico puedan sentir los «superpoderes» y tengan mayores energías para desafiar este padecimiento.
De acuerdo con el hematólogo pediatra Efraín Aquino Fernández, el 50 por ciento de los pacientes del hospital pediátrico están diagnosticados con cáncer infantil, de los cuales el 70 por ciento sufre de leucemia.
Según especifica el especialista, existen dos tipos de leucemia: la mieloide y la linfoblástica aguda, esta última es la más frecuente entre niños de 2 a 10 años, y aunque su detección es casi inmediata, la falta de atención a los primeros signos de alerta provocan que la enfermedad sea detectada demasiado tarde, haciendo casi nula su cura.
Y aunque no existe un factor directo asociado a la leucemia, se sospecha de varios agentes que pueden asociarse a ella, como un aparato inmunológico limitado, desnutrición, ambiente y alimentación; lo que responde a la pregunta del porqué el estado es uno de los más afectados por esta enfermedad.
Este mal no es clasista –otra de sus principales características– no tiene un predominio de sexo, etnia ni mucho menos, condición social. En Chiapas, alrededor del 80 por ciento de los pacientes viven en pobreza extrema por lo que todos los pacientes con cáncer de este nosocomio están cubiertos por el Seguro Popular.
«Ojalá pudiéramos decirlo porque tendríamos una detección más temprana, pero lo que sí sabemos es que los niños de Chiapas están desnutridos, su cuerpo no tiene la fuerza para resistir la enfermedad».
El uso de pesticidas, fertilizantes, el humo e ingerir aguas contaminadas, son algunos factores que pueden incrementar la probabilidad de que un menor desarrolle algún tipo de cáncer en la sangre.
La expectativa de vida que maneja este nosocomio es del 68 por ciento, aunque la realidad es que debería ser más alta ─de acuerdo al hematólogo─ pero las condiciones socioeconómicas de la entidad impiden que esta enfermedad pueda ser cien por ciento combatida.

Una batalla de valientes

El diagnóstico de leucemia linfoblástica aguda reduce drásticamente la expectativa de vida de un niño o niña, su detección tardía complica aún más las posibilidades de sobrevivir.
«Si echas para atrás la cabeza y recuerdas que puedes correr sin cansarte, pasar la navidad en tu casa y no en un hospital, nunca ver sangrar tu nariz por una enfermedad, verte en el espejo y ver que tenías pelo, entonces dices «tuve una buena infancia» yo te digo, no tuviste una buena infancia, simplemente la tuviste, mis pacientes no».
Los años de tratamiento que un niño con cáncer tiene que perder, no se los regresa nadie. Arriba del 50 por ciento de los menores que acuden al hospital tienen una leucemia muy avanzada, de manera inmediata inician con las quimioterapias y dejan la escuela, la comida y el juego.
Las secuelas del cáncer son claramente visibles en el físico y el estado psicológico del menor, a pesar de su corta edad, ya están conscientes que la batalla que libran es contra la muerte, y quizás, no pueden vencerla.
«Es importante que los padres lleven al médico a sus hijos, tengan una buena comunicación con los maestros porque ellos conviven gran parte del día con ellos y sabrán si tienen algún síntoma que despierte sospechas de un posible cáncer».

No hay donadores

La falta de unidades de sangre en tanto en el banco del hospital como en el estatal, representa un obstáculo para las y los pequeños con leucemia, «la gente no dona, y al no hacerlo no hay quien pueda apoyarlos», asegura Aquino Fernández.
De acuerdo con el hematólogo, en Chiapas no hay cultura de donación; señala que la falta de información lleva a que los ciudadanos, principalmente los jóvenes, se nieguen a ser donadores, ignorando que al convertirse en donadores recurrentes mejoran más del 50 por ciento su calidad de vida.
«No estás haciendo nada por nadie, lo estás haciendo por ti, no esperes una campaña ni mucho menos a que un familiar necesite de tu apoyo, mejor come sano, haz deporte y dona vida a más de 250 niños de Chiapas».

Un disfraz contra el cáncer

La campaña «Superhéroes, heroínas y princesas contra el Cáncer» surgió en Guadalajara por iniciativa del oncólogo pediatra, Sergio Gallegos Castorena, y para celebrar su primer aniversario, varios estados de la República ─entre ellos Chiapas ─ se unen a la colecta de disfraces que espera robar sonrisas a los niños y niñas con cáncer.
La idea surgió en el 2016, cuando Gallegos Castorena notó que disfrazarse de payaso aumentaba en gran medida la disponibilidad de sus pacientes para ingresar al tratamiento, así que disfrazarse de estos personajes se convirtió en un hábito.
Entonces, de manera inesperada recibió una propuesta tentadora; una de sus pacientes deseaba ser princesa por un día, siempre y cuando su doctor fuera el príncipe. Encantado, accedió e hizo una cita para el mes de febrero con la pequeña y decenas de princesas y superhéroes que como ella, querían olvidar por un día la batalla.
En Chiapas alrededor de 250 niños están en espera de un traje de princesa, superheroína o superhéroe para que el 15 de febrero ─Día Internacional del Cáncer Infantil─ puedan desafiar con más fuerzas al cáncer.
A la fecha han recibido un promedio de 70 trajes y aunque no han fijado una meta, señaló que es importante que los trajes estén en buenas condiciones.
«No me traigan trajes rotos ni viejos ─y no porque sea mal agradecido─ pero no queremos limpiar el clóset de nadie, los trajes que no le pones a tu hijo porque está deshilachado y descolorido en verdad, no lo queremos, porque no mejor vamos a comprar uno, recuerden que es para hacer sonreír a nuestros niños, no simplemente para vestirlos».
Las personas que deseen hacer la donación deben visitar las instalaciones del Hospital de Especialidades Pediátricas en la capital del estado y llevar consigo trajes, playeras o vestidos (en buenas condiciones) antes del 15 de febrero.
«Si donas, los niños saben que estás afuera pendiente de ellos, entonces su lucha se vuelve más grande y más fuerte», finalizó.

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