Durmiendo con el «enemigo»: ¿cada cuándo debes cambiar tus sábanas?

Aprende sobre las enfermedades a las que te expones y otros datos «duros»

Lucero Natarén / Aquínoticias

Buscar la higiene a través del baño es muy común en las personas, pero no puedes llamarte “higiénico” si tus colchas se “bañan” menos que tú. A decir de los expertos, el riesgo de una cama “sucia” va más allá de los dañinos insectos.

De hecho, de acuerdo con especialistas, la mala higiene de colchones, sábanas y cobijas promueve la aparición del estafilococo áureo, un tipo de bacteria muy contagiosa que puede entrar al cuerpo a través de alguna herida abierta y agravar el acné, además de producir infecciones cutáneas y hasta pulmonía en situaciones más extremas.

Por otro lado hay otros tipos de microorganismos que llegan a nacer en la cama como las bacterias E. coli, famosas por provocar diarrea e infecciones urinarias.

Ante tal riesgo, Jorge Vernetta, especialista de la empresa de lavandería Mr Jeff, brinda las siguientes recomendaciones para evitar la producción de microorganismos entre el colchón, sábanas y cobijas:

  • Airear sábanas todas las mañanas: aunque lo mejor sería lavar las sábanas diariamente, un lavado apropiado por lo menos semanalmente bastará.
  • Retirar algunos minutos el edredón o las cobijas que se usen, para que la humedad en el colchón desaparezca, haciendo menos “atractivo” el colchón para las bacterias y chinches.
  • Lavado de sábanas, cobijas y ropa de cama con agua caliente, por lo menos 55 grados centígrados, pues esa temperatura elimina ácaros y otros insectos microscópicos.
  • Cambiar las fundas de almohadas por lo menos cada 2 o 3 días.
  • Aspirar el colchón y la base de la cama una vez al mes.
  • Bañarse antes de ir a dormir para no llevar microorganismos a la cama.

Datos “duros”

  • Un hombre de tamaño promedio libera 100 litros de sudor en su cama al año.
  • En los cojines puede haber de 4 a 17 especies de hongos.
  • El virus de la influenza puede sobrevivir entre 8 y 12 horas en telas y tejidos.

Ahora lo sabes, tu higiene comienza en la cama, así que ya conoces qué hacer.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *