El presidente López Obrador destacó que pese a la economía global tambaleante, el peso mexicano sigue firme, con resiliencia, pues, afirmó, no enfrenta una deuda inmanejable y destacó una fuerte recaudación fiscal
Aquínoticias Staff
Desde el majestuoso Palacio Nacional, el presidente Andrés Manuel López Obrador se dirigió a la nación en su acostumbrada conferencia matutina, con un tono de confianza y firmeza que reflejaba el estado de la economía mexicana. Aseguró que el país ha resistido la reciente inestabilidad en los mercados financieros globales, y destacó que lograr cerrar su sexenio sin una devaluación sería un hito «histórico».
Con el telón de fondo de una economía mundial tambaleante, López Obrador informó que, a pesar de las turbulencias, el peso mexicano se ha mantenido estable. «Hoy el dólar amaneció a 19.32 pesos por unidad», señaló, marcando un contraste con la caída de las monedas y las bolsas en muchas otras naciones. El presidente hizo hincapié en que estas fluctuaciones no son sino un síntoma de una economía global en dificultades, con epicentros en Estados Unidos y Japón. «Hay que tener cuidado porque esta crisis… son avisos de que la economía mundial no anda bien», advirtió, instando a la cautela y a estar atentos a los movimientos en las grandes potencias.
La confianza del mandatario en la solidez de la economía nacional se basó en varios pilares fundamentales. Subrayó que México no enfrenta una deuda inmanejable y destacó una fuerte recaudación fiscal. «Hay una economía fuerte», afirmó, recordando que aunque la economía global está interrelacionada, México ha mostrado una resiliencia destacable. No obstante, López Obrador no ignoró la realidad de la interdependencia económica con Estados Unidos, reconociendo que cualquier problema en el vecino del norte inevitablemente repercute en México.
Para López Obrador, el desempeño del peso es un claro indicador del éxito económico de su administración. Destacó que, hasta la fecha, el peso mexicano se ha apreciado un 5% frente al dólar estadounidense, colocándose como la segunda moneda más fuerte a nivel mundial, solo por detrás del franco suizo. Esta estabilidad, a su juicio, es una prueba más de la solidez de las políticas económicas de su gobierno.
«Si llegamos a finales de septiembre sin caernos, pues va a ser histórico, como muchas otras cosas que son históricas: inversión extranjera, reservas del Banco de México, incremento a salarios, desempleo, es el más bajo en décadas y así en muchas otras cosas», enumeró con satisfacción. Con estas palabras, el presidente delineó un panorama optimista y lleno de logros para su administración, resaltando los avances en áreas clave como la inversión, el ahorro nacional, los ingresos laborales y la estabilidad del empleo.
En una coyuntura global llena de incertidumbres, López Obrador se presenta como un líder confiado en la fortaleza de su país, capaz de navegar por las aguas turbulentas de la economía internacional y mantener el rumbo hacia un futuro estable y próspero para México.