El cierre de las escuelas por la pandemia ha dejado al descubierto que la escuela ha avanzado poco en cuanto a la educación tradicional y también la falta de conectividad
Sonia Gerth / Cimac Noticias
Ciudad de México. María Concepción Barrón Tirado es titular de la Coordinación de Universidad Abierta y Educación a Distancia (CUAED) de la UNAM. Tiene un doctorado en pedagogía e investiga proyectos educativos innovadores, entre otros, la educación a distancia. Su departamento lleva una página donde docentes pueden encontrar materiales para capacitarse en educación a distancia.
Cimacnoticias platicó con ella sobre el cierre de las escuelas y del traslado de las clases a salones virtuales, la televisión, correos electrónicos y demás, los retos para escuelas, alumnas y alumnos, madres y padres. La entrevista en este caso se enfoca en la situación de familias que sí tienen algún tipo de conectividad.
– Sonia Gerth (SG): Concepción, ¿Cuáles podrían ser buenos modelos a seguir con la enseñanza bajo estas circunstancias? Sé de escuelas que han trasladado prácticamente todo su horario a un salón virtual. Desde las 7 de la mañana, hasta las 3 de la tarde. ¿Qué opinas de eso?
– María Concepción Barrón Tirado (CBT): Creo que se está experimentando. No se sabe si se va lograr el aprendizaje de las y los estudiantes como si estuviese de manera presencial, creo que apenas se está experimentando. Hay muchas rupturas, y creo que se está manifestando, por un lado tenemos una educación muy tradicional que no avanzó en su momento hacia otras formas, y por el otro lado como se mencionaba, no todos los niños y las niñas tienen dispositivos en su casa, no tienen los recursos. Y lo que pone en manifiesto también, la falta de conectividad, la brecha digital que existe en el país. Aún así, creo que hay diversos intentos, y creo que nos estamos enfrentando a una situación desconocida. Que se quiere trabajar en línea como se trabajaba anteriormente, no hay un salto, no hay una reflexión, no hubo tiempo para hacer un análisis, de cómo verdaderamente trabajar a distancia y mejorar las prácticas, tanto de docentes como de estudiantes.
– SG: Tenemos la impresión de que esta crisis nos catapultó un siglo al futuro, sin que nadie estuviera preparado para eso. Por ejemplo, en un salón de matemáticas de niñas y niños de 7 años, donde la profesora intenta enseñar prácticamente de la misma manera que si lo hiciera presencial. Con 30 niñas y niños en una videollamada, ¿Eso tiene sentido, a esa edad?
– CBT: Nosotros en el laboratorio, no trabajamos con esas niñas y niños. Sí puedo decir que sí tiene un sentido. Pero si no se cambian las prácticas de las y los docentes, la atención de los niños no se va mantener durante tantas horas. Es algo problemático. Y todo esto tenemos que irlo registrando para dar cuenta de los resultados.
– SG: Por un lado, en las escuelas hay mucha presión de parte de mamás y papás que exigen que haya algún tipo de enseñanza. Sobre todo en escuelas particulares, que cobran colegiaturas. Y por el otro lado, las profesoras y profesores no están capacitados para enseñar a distancia. ¿Qué pueden hacer ahorita que al mismo tiempo tienen que enseñar y capacitarse?
– CBT: Por un lado, nuestros planes de estudios son rígidos. No nos enseñan para la vida, ni para situaciones complicadas. Se han quedado en esta visión disciplinaria, sin ninguna situación especifica, aún antes de haber llegado a la contingencia. Ahora, evidentemente pedimos una formación de las y los docentes distinta. Tenemos que cambiar nuestras formas de ver la enseñanza, el aprendizaje, la evaluación. Porque si no, efectivamente en este momento el escenario es el futuro, pero tenemos herramientas de hace 100 años con las cuales seguimos enseñando.
Las viejas herramientas no ayudan en ese momento
– SG: ¿Y de qué manera podrían usar las nuevas herramientas, las profesoras y profesores? ¿Qué medios tienen para llegar a sus alumnos?
– CBT: Se requiere un proceso de formación y de capacitación para las y los docentes, intensivamente. Pero en un proceso en que no se tomen las nuevas tecnologías como el fin en sí mismo, sino que eso les permita ser más creativos. Creo que tendríamos que usar otras estrategias para ser más efectivos trabajando a distancia.
– SG: ¿Tienes algunos ejemplos?
– CBT: Sí, por ejemplo, quienes han trabajado más son las escuelas activas, en donde a las y los niños se les deja investigar, revisar, y se convierte en una posibilidad de diálogo, de comentarios, y no solamente que escuchen todo el tiempo al profesor o a la profesora.
– SG: Y sobre todo en las videollamadas se pierde la atención cuando la única persona que habla es la profesora. ¡Ni yo como persona adulta sigo la conversación en todo momento cuando es una videollamada con 30 personas!
– CBT: Sí, nos enfrentamos a una ruptura de paradigmas, y no tenemos construidas las alternativas. Tenemos que recuperar diversas estrategias pedagógicas, didácticas, y ponerlas en práctica en esos momentos, donde el alumno o la alumna participe más, y/o se les deje actividades que permitan investigar por su cuenta, o revisar, buscar información por su cuenta. Ahora, todo esto requiere de conectividad, y requiere también de tener los recursos, y ahí es donde nos enfrentamos, porque no todas las niñas y niños van a tener estas opciones.
– SG: Y ¿Qué opinas de la posibilidad de que las o los profesores llamen a la alumna, o que envíen las copias de las tareas en papel? O hay otras maneras para lograr el contacto con alumnas que «se pierden»?
– CBT: El utilizar los dispositivos es necesario por ejemplo, o comunicarse a través de los celulares, porque es lo más común que tienen las y los jóvenes y los niños. Es un recurso que tienen y que lo usan más. Ahora, mandar las copias, hay una cuestión importante, están planificando sus clases como si estuviesen en un sistema presencial. Y trabajar a distancia significa buscar contenidos básicos por ellas y ellos, y no todo el temario que acostumbramos. Entonces se requiere también que las y los profesores aprendan a planear de distintas maneras.
– SG: ¿Tienes algún ejemplo para una materia?
– CBT: Sí, por ejemplo, cuando se trabaja un tema de biología, se puede hablar muchas veces, del origen de la célula, de la historia de la célula, digamos que tenemos cinco unidades sobre la célula y la vida. De todos esos temas, ¿Qué sería lo más relevante? Enseñar lo más relevante, pero ligado a una realidad. La célula, con dos o tres unidades que se pudiesen desarrollar, y dejar cierta información que se pueda leer posteriormente, para que los chicos y las chicas la busquen. Pero esto sería concentrarse en los contenidos básicos que le permitan a la niña o al niño comprender realmente un tema.
– SG: …y por ejemplo dejar al lado un montón de formatos o tareas que tienen que llenar o sólo copiar, concentrarse en lo básico…
– CBT: Sí, concentrarse en lo básico y dejar al lado lo que llamamos la educación bancaria: Que solamente las y los alumnos se vuelven receptores y no hay posibilidades de que sean creativos.
¿Cómo aprovechar las clases por videollamada?
– SG: Y por ejemplo, las videollamadas… yo veo que cuando aumenta la cantidad de participantes, hay poco diálogo, porque la videollamada no da para eso, es muy complicado. Básicamente está hablando la profesora, y dice ¿»están de acuerdo?», y dicen «Si!», o ¿»hay una duda?» Y puede platicar un alumno o una alumna. Pero no hay una discusión.
– CBT: Creo que hay que buscar otros recursos, como las aulas virtuales.
– SG: ¿Cómo funcionan?
– CBT: El o la profesora puede ver a las y los estudiantes, y las estudiantes pueden ver al profesor, pueden verse en el grupo. Las aulas virtuales tienen la posibilidad de que la profesora imparta la sesión, haya participación de las y los estudiantes. En fin, hay aulas virtuales que son gratuitas, y otras que tienen cierto costo. Pero en general ahora las herramientas tecnológicas están incluidas en los mismos programas que tienen las computadoras.
– SG: Pero por ejemplo en Zoom, la plataforma, la persona que imparte sólo puede ver a muy pocas, digamos que seis personas en su pantalla, y luego si hay 30 alumnas, tiende a olvidar al resto. ¡Es muy difícil tener a todas en cuenta!
– CBT: Entonces se tiene que organizar alguna estrategia para decir, ahora vamos a trabajar en equipos, vamos a hacer esto, vamos a dar un tiempo, ¿no? Y se tiene que trabajar con otras herramientas, por ejemplo, se trabaja con el Facebook también para comunicarse con ellas. Se utilizan varias herramientas. Sin embargo, esto también requiere que la profesora tenga claro qué es lo que va hacer, y ¿qué herramienta existe para poder trabajar? Y como esto fue un cambio precipitado, no hubo tiempo de explicar de todo esto que se estaba utilizando.
– SG: Otro problema, nuestra familia es muy conectada, pero tengo tres hijos, y luego la escuela quiere dar clases virtuales para todos al mismo tiempo. Tenemos conexión, pero no tengo un dispositivo para cada uno de mis hijos, a la par de los míos que necesito para trabajar. ¿Cómo se soluciona?
– CBT: Realmente se debería de hacer un diagnóstico porque la escuela parte de todos por igual, todos van a tener acceso a la conectividad, a las computadoras o a los móviles, y nos estamos dando cuenta que no es real, ¡no es posible! Entonces, otra solución serían clases que no están en línea, sino que puedas acceder a la hora que puedas. En sí mismo se pueden grabar las clases, y las y los alumnos pueden verla, se ponen los videos en un espacio y los alumnos pueden entrar a verlos en un momento que ellos deseen. Y esto también se ha estado trabajando.
– SG: ¿Y cómo se puede aumentar la reciprocidad entre profesores y alumnos, para que haya un diálogo?
– CBT: Se requeriría tener ciertos recursos como el streaming donde se está pasando en tiempo real. Se requieren otras estrategias, y creo que pocas instituciones escolares las tienen, porque no lo habían contemplado dentro de sus necesidades.
La escuela debe cuidar la privacidad de los datos
– SG: ¿Cuáles son las cuestiones técnicas que debemos considerar, sobre todo al usar todos estos programas libres, que tienen un fin de lucro o que quieren usar nuestros datos? En cuanto a la privacidad de las personas usuarias que al final son nuestros hijos e hijas?
– CBT: Lo que pasa es que nosotros trabajamos con licencias. Las instituciones escolares sí tienen que trabajar con licencias para respaldar los datos. Las licencias es que nos permite desde la institución, resguardar los datos. Entonces, si la Secretaría de Educación Pública en esos momentos hizo convenio con Google para poder trabajar, entonces guardan todos los datos hasta dónde es posible. Pero también sabemos que hay una serie de hackeos que se han vivido, porque hay que ponerse estos candados, directamente por la o el administrador de este programa. Entonces es una tarea de las y los técnicos de la SEP o de las instituciones educativas.
– SG: En muchos casos, las y los profesores no están capacitados para todos estos instrumentos en línea, no tienen conocimientos para poder evaluar la seguridad de los programas…
– CBT: Pero esto le tendría que tocar a la institución educativa, esta orientación. Porque son los que tienen a los y las técnicas, los que tienen el control para comunicarse con las estudiantes.
– SG: ¿Qué maneras existen ahora para las y los profesores para capacitarse? ¿Por ejemplo la plataforma de la UNAM?
– CBT: Si, por ejemplo tenemos cursos gratuitos instruccionales para que las y los profesores puedan acceder. Y por otro lado también hay una serie de cursos gratuitos en la UNAM donde pueden participar. Tenemos una trayectoria de docentes personalizadas que está abierto para las y los docentes y donde van desarrollando poco a poco sus competencias, sobre todo las tecnológicas, que son las que ahorita están demandando. Y también hay una gran cantidad de recursos abiertos, gratuitos. Para las y los niños está un programa que se llama Prometeo, que lo que promueve el instituto de Matemáticas, y donde las y los niños pueden encontrar cuestiones de matemáticas. Pero también hay recursos para estudiar idiomas, en el campus virtual, hay recursos abiertos y gratuitos.
– SG: Supongo que la didáctica tiene que ser distinta vía remota para estudiantes de primaria, secundaria, o preparatoria. Para las y los niños mas chiquitos, va ser difícil que se puedan concentrar en estos medios ¿no?
– CBT: Si, totalmente de acuerdo. Porque tenemos que recurrir de acuerdo a las edades, de qué tipo de desarrollo o que tipo de saber, de pensamiento tienen las y los niños en el momento, en la edad en la cual están cursando, y qué ejemplo hay que poner para que sean comprensibles. Y luego las evaluaciones, que no caigamos en las visiones más conductistas, es decir, si no me respondes esta, donde nada mas van ser preguntas de cierto o falso, o una opción múltiple, y ya. Así el niño o la niña en el mejor de los casos memoriza.
– SG: Viendo toda esa situación en la que hemos caído tan de repente, ¿Qué les dirías a las mamás o papás? ¿Qué expectativas deberían de tener hacia las escuelas, hacia sus hijas e hijos, y hacia sí mismos? Porque al final las mamás ahora están haciendo dos profesiones, trabajando desde casa y al mismo tiempo ser profesoras.
– CBT: ¿Qué les diria? Que estamos en un momento de crisis, de cambios. Y que al igual que todos estamos probando. Es una etapa de incertidumbre, donde tendremos que recurrir a aquellos elementos con los cuales contamos para acompañar a las y los niños. No podemos exigir que los padres tomen el control de la formación de los niños, porque la tarea, ese tipo de formación le toca a la escuela y los padres no siempre cuentan con los elementos para poder trabajar con las niñas de manera profunda. Pero sí, es cierto que los padres le dedican determinado tiempo a los hijos para hacer las tareas. ¿Qué diría? ¡Paciencia! Porque estamos en un momento de crisis. A lo mejor suena muy simple, ¡pero no! Esperaríamos que pase esta situación y que cuando nos reintegremos ya a la vida «normal», podamos discutir y analizar qué nos dejó esta experiencia, qué podemos hacer realmente.
– SG: Y Del lado positivo, ¿Qué chances nos da esta crisis? ¿Qué oportunidades nos abre en cuanto a la enseñanza?
– CBT: Creo que nos sale la posibilidad de dejar atrás esas prácticas tan tradicionales que se siguen manifestando en las escuelas, desde preescolar hasta educación superior. Nos da la posibilidad de cambiar los planes de estudios plagados de asignaturas y de contenidos sin sentido para los estudiantes. Porque la esperanza de que «Cuando sea grande, aplicará lo que algún día estudió», ¡eso no puede ser! Creo que se requieren contenidos más ligados a la vida diaria.
– SG: En cuanto al currículo que queda el resto del año escolar, ¿Debería de ser obligatorio todo lo que enseñan ahora via remota? ¿O debería de ser opcional?
– CBT: Creo que ahí el trabajo que tendrían que hacer es el seleccionar de ese gran curriculum oficial, seleccionar aquellos contenidos básicos porque si bien no se puede cambiar el curriculum en estos momentos, sí se pueden seleccionar contenidos básicos. Y es a lo mejor donde se tendría que trabajar más, para no saturar demasiado a las y los niños y no saturar a las y los profesores, porque no es posible enseñar tal cantidad de contenidos, a distancia.