En este texto retomamos una entrevista con una especialista de la conducta de los perros
Sandra de los Santos / Aquínoticias
Natasha, una schnauzer mediana que salta como resorte, llegó a mi vida hace nueve años y nunca habíamos convivido tanto como desde que inició la pandemia. Desde marzo del año pasado, que dejé de salir de casa de manera habitual, nuestra cotidianidad cambió tanto como para ella, mi roomie, y por supuesto, para mí.
Lo que nos sucedió a nosotras es algo que se repitió en diferentes familias que conviven con mascotas. La dinámica en el hogar cambio, y los animales de compañía lo resintieron de alguna manera u otra.
Este 21 de julio se celebró a nivel mundial el día de los perros, (sí, sí desde el 2004 tienen un día especial para ellos), pero creo que ni enterados están, pero sí repercute en ellos ayuda a visibilizarlos, reconocer lo que contribuyen de manera positiva a nuestra vida y también hacer hincapié en el maltrato y abandono que muchas veces padecen.
A propósito de la fecha, la edición de este día del «Café de la mañana», un podcast producido por Reforma y Spotify, el cual se los recomiendo ampliamente, y que es conducido por Paulina Chavira y Alfredo Lecona, le dedicó el programa a hablar sobre perros. Entrevistaron a Claudia Edward, veterinaria que es especialista en medicina de la conducta (también existe eso).
En el programa, la especialista explicaba que es normal que los perros cambien su conducta a partir de que ha cambiado la dinámica en el hogar, pero estos animales son de hábitos y así como se han acostumbrado a nuestra presencia cotidiana también hay que desacostumbrarlos para que no tengan problemas de conductas.
Claudia Edward hablaba que los perros tienen hábitos muy marcado así que cualquier cambio en ellos (jadean de más, están inquietos, se esconden, no quieren comer, duermen de más…) es una señal de alarma que algo no anda bien y que hay que poner atención.
Hay dos conductas que tienden a desarrollar los perros durante la pandemia: hiperapego y ansiedad por separación. El hiperapego es que el animal no puede estar sin su tutor, lo sigue hasta para bañarse y está con la persona todo el día, y la ansiedad por separación se desarrolla, precisamente, cuando se tienen que separar y queda llorando, se inquieta y hasta destruye toda lo que está a su alcance.
No se preocupen ambas conductas, y cualquiera que se pueden imaginar, tienen solución y no es necesario llamar a César Millán. Todo se trata de paciencia y constancia.
Para evitar el «hiperapego» es necesario poner límites, respetar los espacios y ser consecuentes con ellos. En el caso de la ansiedad por la separación, que se puede dar más cuando se regrese a clases o las personas que siguen trabajando en caso vuelvan a sus centros laborales, lo que hay que hacer es irlos acostumbrando poco a poco a la ausencia y a retomar el anterior horario.
Han escuchado el dicho de: «el perro se parece a su dueño», pues es cierto, estos animales tienden a adoptar la personalidad de las personas con las que conviven «su manada». Cuando en casa se está triste, hay ansiedad, ellos lo resienten y su comportamiento tiene que ver con ello.
Durante la pandemia, hubo personas que adoptaron a algún perro, es necesario que no olviden sus obligaciones al momento de regresar a su cotidianidad. Los perritos llegan para quedarse.
Si quieren saber más sobre este tema pueden escuchar el programa completo en spotify: «La plática que necesitas tener sobre tu perro» en El Café de la Mañana.