Retos persistentes en la reducción de la pobreza
Los datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) sobre la pobreza en México y particularmente en Chiapas, reflejan un panorama complejo y desafiante para este estado del sur del país. A pesar de los avances nacionales en la reducción de la pobreza, con más de 13 millones de personas saliendo de esta condición en el sexenio pasado, Chiapas muestra resultados mediocres en comparación con el promedio nacional.
Chiapas, que partía de un 78% de pobreza, debería haber logrado una reducción más significativa dada su alta elasticidad esperada, pero en cambio amplió la distancia con el promedio nacional. Mientras el país redujo la pobreza en 12.3 puntos porcentuales, en Chiapas la reducción fue de 12.0 puntos. En pobreza extrema, Chiapas concentra el 22.9% de todos los pobres extremos del país, lo que representa más de la quinta parte de los pobres extremos de México.
Los expertos señalan que el crecimiento económico mediocre en el país y ultramediocre en Chiapas, junto con la alta informalidad laboral en el estado, limitan el impacto de políticas como el aumento del salario mínimo. Aunque la política salarial ha sido clave en la reducción de la pobreza a nivel nacional, en Chiapas su efecto es marginal debido a la estructura económica y laboral predominantemente informal.
Un reto adicional es el empeoramiento en la dimensión social de la pobreza multidimensional, donde el acceso a servicios de salud fue el factor más influyente. Esto contrasta con la mejora en ingresos, ligada al aumento del salario mínimo y al trabajo como principal fuente de ingreso de los hogares.
En este contexto, es evidente que Chiapas enfrenta un reto mayúsculo, donde los esfuerzos por superar la pobreza parecen perpetuarse sin lograr avances significativos. Para enfrentar este, se requiere una política de Estado que impulse el crecimiento económico y aborde las carencias sociales en Chiapas, permitiendo al estado salir del «sótano del país».
La reducción de la pobreza es un desafío que requiere además , políticas laborales efectivas y atención a las carencias sociales. En el caso de Chiapas, es imperativo diseñar estrategias específicas que consideren su contexto económico y social único para lograr avances más significativos y sostenibles.