A propósito de que faltan unos días para el 14 de febrero entrevistamos a este emprendedor originario de Pichucalco, que ha trabajado con el amor desde hace algunos años
Lucero Natarén / Aquínoticias
Daniel Bastar es originario de Pichucalco, sin embargo, desde hace varios años se ha asentado en Tuxtla Gutiérrez. Siendo la «oveja emprendedora» de una familia de maestros, creó un proyecto de planificación de bodas que permite tanto a personas extranjeras como personas con discapacidad, vivir una experiencia inolvidable.
Daniel siempre soñó trabajar en el servicio de organización de eventos, sintiendo que esto era «lo suyo», razón por la que decidió estudiar la licenciatura en Administración Turística, comenzando su aventura profesional en Pichucalco y concluyéndola en Tuxtla Gutiérrez.
Su afán de servir lo llevó a aprender también fuera de las aulas, iniciando con lo básico, ser mesero. «El trabajo en diferentes áreas me ayudó a perder el miedo y a estar inmerso en ese mundo. Incluso fui barman, asistente de chef, recepcionista y amo de llaves. Todas estas experiencias me prepararon para poder ayudar a las personas en sus días más importantes».
El parteaguas del planificador, narra, fue una experiencia al final de su formación profesional, donde en una estancia en el extranjero, terminó sirviendo en un lugar donde se brindaba asistencia a personas con discapacidad. «La experiencia de servicio me hizo enamorarme aún más de mi carrera».
En ese lugar multinacional era el único mexicano, donde sirvió como traductor para latinos que buscaban disfrutar de la hospitalidad de este espacio inclusivo. Al regresar a México, ya graduado, Puebla fue elegido como su génesis en el mundo de los eventos. Tras varias experiencias y una que otra mala, cuenta Daniel que decidió regresar a casa, a Chiapas. «¿Para qué le doy tantas vueltas, creo que ya puedo emprender?, caviló el entonces joven Daniel. -Aunque pensarlo era fácil, hacerlo realidad no lo sería tanto-. A decir de él, regresó «quebrado» a su hogar, pero eso no lo detendría, se puso como meta que en algunos meses conseguiría el capital para emprender su negocio.
Durante ese lapso de espera tuvo que trabajar de mañana y planear su proyecto por las tardes. Sin esperarlo, comenta, un día una oportunidad llegó, una pareja necesitaba a un planificador de bodas, y aunque ese nunca había sido su campo, Daniel probó suerte y asistió a una entrevista, donde compitió con otros profesionales.
Los días pasaron, pero no llegaba la llamada prometida de sus potenciales clientes. «Hasta entré en depresión». Pese al desánimo, sus relatos sobre las experiencias obtenidas en otros lares y su espíritu emprendedor parecieron dar frutos. Contra todo pronóstico fue llamado, teniendo la oportunidad para cumplir sus palabras dichas en su entrevista laboral, «hacer de la boda de sus clientes la mejor experiencia para ambas partes».
Este escenario sería «la patadita de la suerte» para Daniel. «A partir de ahí empezaron a llegar muchas oportunidades a mi vida laboral, debido a las recomendaciones que surgían de mi trabajo». Es así que, desde cero, con el apoyo de un amigo, quien le prestaba su coche para cubrir los eventos y de sus hermanas, Daniel Bastar dio comienzo a su «magia».
Tras un año de trabajo, Daniel y su equipo se fueron haciendo de lo necesario para convertirse en una empresa formal, obteniendo su primera certificación por parte de la Secretaría de Turismo de Chiapas, la de Destination Wedding Specialist. Hoy en día, tras varios años en el rubro de las bodas, ha organizado casi 300 eventos, entre nacionales y extranjeros, trabajando con personas de Inglaterra, Brasil, España e Italia.
Aunque la pandemia lo ha obligado a adaptarse y vivir retos nuevos, eso no lo ha detenido. Actualmente tiene junto a su equipo un programa de radio titulado Dr. Corazón Live.
Cabe destacar que el proyecto de Daniel, además de tener la peculiaridad de brindar a los extranjeros una experiencia en su propio idioma, también es inclusivo, donde las personas con discapacidad viven un momento inolvidable. Además, como parte de su labor apoya a nuevos emprendedores para que, como él, crezcan y promuevan el desarrollo del estado.