Cada 26 de marzo nos sirve como recordatorio contundente: la crisis climática no es una amenaza lejana, sino una realidad que ya sacude al mundo
Aquínoticias Staff
Cada año, el 26 de marzo sirve como recordatorio contundente: la crisis climática no es una amenaza lejana, sino una realidad que ya sacude al mundo con incendios forestales devastadores, sequías prolongadas, inundaciones sin precedentes y temperaturas que baten récords históricos.
Los datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) son implacables:
- 2023 fue el año más caluroso registrado en la historia, con 1.45°C por encima de niveles preindustriales.
- Los glaciares pierden 267 gigatoneladas de hielo anuales, elevando el nivel del mar.
- México enfrentó en 2024 su peor sequía en 70 años, mientras Tabasco sufrió inundaciones récord.
Creado para sensibilizar sobre la relación entre clima y actividades humanas, la conmemoración expone contradicciones dramáticas:
- Mientras científicos exigen reducir emisiones de CO₂ en 45% para 2030, las petroleras aumentan extracción.
- Los países ricos, responsables del 92% de emisiones históricas, incumplen fondos para naciones vulnerables.
- En Chiapas, la deforestación arrasa 40,000 hectáreas anuales de selva, agravando crisis hídricas.
Hoy, mientras líderes mundiales posponen acuerdos, el Día Mundial del Clima grita una verdad incómoda: la cuenta regresiva ya empezó.