En el Día Mundial de la Acción Frente al Calentamiento Terrestre nos recuerda que el calentamiento global no es un problema del futuro, es una realidad que ya impacta nuestras vidas
Aquínoticias Staff
Cada 28 de enero, el mundo alza la voz en el Día Mundial de la Acción Frente al Calentamiento Terrestre, una jornada que busca despertar conciencia y acelerar los esfuerzos globales para combatir la emergencia climática. Este año, el mensaje es claro: el tiempo se agota, pero aún es posible revertir los efectos del cambio climático si se actúa con determinación.
El calentamiento global no es un problema del futuro; es una realidad que ya impacta nuestras vidas. Según datos recientes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), la temperatura global ha aumentado en 1.1°C desde la era preindustrial, lo que ha provocado olas de calor extremo, deshielos acelerados y fenómenos meteorológicos devastadores.
Las naciones más vulnerables, que aportan una mínima fracción de las emisiones globales, son las más afectadas. Islas del Pacífico enfrentan el riesgo de desaparecer bajo el agua, mientras que regiones como África subsahariana luchan contra sequías y pérdida de biodiversidad.
En 2024, iniciativas como la transición hacia energías limpias, la reducción del uso de plásticos y la reforestación masiva han ganado terreno. Países como Costa Rica y Noruega lideran el camino con políticas innovadoras, mientras que ciudades como París y Bogotá promueven el transporte sostenible para reducir las emisiones urbanas.
Sin embargo, los esfuerzos no deben quedarse en los gobiernos. Organizaciones civiles, empresas y ciudadanos tienen un papel crucial en esta lucha. Desde reducir el consumo energético en casa hasta exigir cambios en las políticas públicas, cada acción cuenta.
A pesar de la magnitud del desafío, el Día Mundial de la Acción Frente al Calentamiento Terrestre es también un recordatorio de la capacidad humana para adaptarse y transformar. Como dijo Greta Thunberg, activista climática: «El cambio no es solo posible, es inevitable. Pero depende de nosotros decidir qué tipo de cambio queremos».
