El posible uso de misiles de largo alcance por parte de Ucrania, supuestamente autorizado por Estados Unidos, intensifica la retórica de Moscú, que advierte sobre consecuencias catastróficas y el riesgo de un conflicto global sin precedentes
Aquínoticias Staff
La guerra en Ucrania, que ya ha cobrado miles de vidas y desestabilizado el panorama internacional, podría entrar en una nueva fase con implicaciones globales. Informes de medios como The Washington Post y The New York Times sugieren que el presidente estadounidense Joe Biden habría autorizado el uso de misiles de largo alcance por parte de Ucrania contra objetivos dentro de Rusia. Aunque la Casa Blanca no ha confirmado estas versiones, las declaraciones provenientes de Moscú han intensificado los temores de una escalada mayor.
Andrei Klishas, influyente miembro del Consejo de la Federación rusa, afirmó en su cuenta de Telegram:
“Occidente ha decidido tal nivel de escalada que podría terminar con el Estado ucraniano en ruinas completas por la mañana”.
Por su parte, Vladimir Dzhabarov, vicepresidente de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara Alta, calificó la supuesta decisión de Estados Unidos como un “gran paso hacia el inicio de la Tercera Guerra Mundial”.
El Sistema de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMS) permitiría a Ucrania atacar profundamente dentro del territorio ruso. Con un alcance de hasta 300 kilómetros, estos misiles podrían impactar en instalaciones críticas, infraestructura militar e incluso en áreas urbanas estratégicas. Para el analista militar estadounidense Michael Carpenter, este armamento «podría alterar significativamente las dinámicas del conflicto, ejerciendo una presión sin precedentes sobre Rusia”.
Sin embargo, Carpenter advierte que esta acción «conlleva el riesgo de una escalada incontrolable», dado que el Kremlin podría interpretarlo como una intervención directa de Estados Unidos en el conflicto.
Ante los rumores, Rusia ha intensificado sus alianzas estratégicas. Recientemente, miles de soldados norcoreanos fueron desplegados en la frontera norte de Ucrania, un movimiento que el presidente Vladimir Putin considera clave para retomar territorios ocupados por las fuerzas ucranianas.
En este contexto, el politólogo ruso Alexei Fedorov señaló:
“El apoyo de Norcorea es un mensaje claro: Rusia no está sola y está dispuesta a movilizar todos los recursos posibles para resistir la presión de Occidente”.
Mientras Biden se encuentra en Río de Janeiro para la cumbre del G20, ni él ni su administración han respondido a las acusaciones rusas o a los reportes de los medios. Este silencio ha alimentado la especulación y ha dejado al mundo en un estado de incertidumbre.
El experto en relaciones internacionales Javier Santamaría observa que el contexto actual es «un punto de inflexión para la diplomacia global. Si se confirma el uso de misiles de largo alcance, la comunidad internacional enfrentará un dilema crítico: cómo evitar que el conflicto regional se convierta en un enfrentamiento global”.
El riesgo de un conflicto mayor no es solo una cuestión de armas. La situación también expone las fracturas profundas en el sistema de gobernanza internacional, incapaz de prevenir las escaladas y garantizar la paz. Desde el inicio de la guerra en Ucrania, las tensiones entre las potencias mundiales han llegado a niveles no vistos desde la Guerra Fría.
Para los ciudadanos del mundo, esta crisis plantea preguntas urgentes: ¿Hasta dónde llegarán las partes involucradas? ¿Estamos más cerca de una solución negociada o de un conflicto global?
Con información de El Universal