Te presentamos una guía definitiva del sarro dental. Conoce más al respecto
Lucero Natarén / Aquínoticias
Aunque muchas personas toman con poca importancia la salud bucal argumentando que solo es una cuestión de vanidad, lo cierto, es que, de acuerdo con especialistas, los problemas dentales como el sarro pueden ocasionar diversas enfermedades que pueden afectar la calidad de vida.
El sarro es una placa dental endurecida, a diferencia de la placa dental que es incolora, el sarro se torna de color marrón o amarillento.
El correcto cepillado de dientes, así como el uso de hilo dental contribuye eficazmente a que la placa dental, formada de restos de comida y células muertas, se acumule y se forme el sarro.
¿Qué complicaciones puede generar el sarro dental?
- Gingivitis, enfermedad periodontal que provoca irritación, inflamación y dolor de encías.
- Halitosis o mal aliento, causado por un tipo de bacterias que producen compuestos sulfurados.
- Caries.
- Periodontitis, grave infección de las encías que puede destruir el hueso que sostiene los dientes.
- Problemas estéticos, se indica que a consecuencia de la acumulación del sarro, los pacientes pueden sufrir cambios estéticos tales como la retracción de las encías, y la formación de espacios negros entre los dientes. Además, por las complicaciones mencionadas anteriormente, puede ocurrir la pérdida de dientes.
Además, de acuerdo al artículo Principales enfermedades causadas por una mala higiene bucodental, del sitio especializado Campus Dental Clinic, la mala higiene puede derivar en problemas cardiovasculares, pulmonares, diabetes y hasta complicaciones durante el embarazo.
Prevén el sarro dental
El Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial recomienda:
- Cepillarse los dientes, mínimo dos veces al día con pasta de dientes con flúor.
- Durante el cepillado, incline las cerdas hacia la línea de las encías para limpiar entre ellas y los dientes.
- Cepillar suavemente con movimientos circulares, no frotando con fuerza de un lado a otro.
- Cepillar todos los lados de los dientes, así como la lengua.
- Limpiar entre los dientes, utilizando hilo dental, cepillo especial, palillo de madera o plástico recomendado por un profesional dental.
- Visitar al dentista regularmente, en la medida de lo posible.