El silencioso cáncer de tiroides

Cada 24 de septiembre se conmemora en el mundo una jornada para concienciar sobre un padecimiento que afecta a miles de personas cada año. El cáncer de tiroides es noveno tipo más común, según la Organización Mundial de la Salud

Aquínoticias Staff

Cada 24 de septiembre, el mundo se une para conmemorar el Día Mundial del Cáncer de Tiroides, una jornada dedicada a concienciar sobre una enfermedad que, aunque poco conocida, afecta a miles de personas cada año. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de tiroides es el noveno tipo de cáncer más común en el mundo, con una prevalencia mayor en mujeres que en hombres, representando el 1% de todos los casos de cáncer a nivel global.

Un cáncer que suele pasar desapercibido

El cáncer de tiroides se desarrolla en la glándula tiroides, ubicada en la base del cuello, y a menudo pasa desapercibido en sus primeras etapas debido a la ausencia de síntomas. Sin embargo, la detección temprana es crucial para un tratamiento eficaz. «Aunque es un cáncer que tiene una alta tasa de curación cuando se detecta a tiempo, su naturaleza silenciosa lo convierte en un reto para los pacientes», comenta la doctora Ana Morales, endocrinóloga especialista en cáncer de tiroides.

Entre los síntomas más comunes de este tipo de cáncer se encuentran la presencia de un bulto en el cuello, cambios en la voz, dificultades para tragar y una hinchazón en la glándula tiroides. Sin embargo, en muchos casos, estos signos aparecen en fases avanzadas, lo que subraya la importancia de las revisiones médicas regulares, especialmente para las personas en grupos de riesgo.

Cifras alarmantes

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México se reportan más de 6,000 casos nuevos de cáncer de tiroides al año, con un índice de mortalidad que, aunque relativamente bajo en comparación con otros tipos de cáncer, continúa siendo preocupante. A nivel mundial, la American Cancer Society estima que en 2023 se diagnosticaron más de 43,000 nuevos casos en Estados Unidos, con una tendencia al alza en los últimos años, principalmente entre mujeres.

Factores de riesgo

Aunque las causas exactas del cáncer de tiroides aún no se conocen completamente, existen varios factores de riesgo asociados, como la exposición a radiación, un historial familiar de enfermedades tiroideas y ciertas mutaciones genéticas. La enfermedad de Hashimoto, un trastorno autoinmune que afecta a la tiroides, también ha sido vinculada a un mayor riesgo de desarrollar cáncer de tiroides.

El doctor Jorge Pérez, cirujano oncológico, señala que «la detección mediante ultrasonidos de cuello y la realización de pruebas de función tiroidea en personas con antecedentes familiares puede marcar la diferencia entre una detección temprana y una más tardía, donde las opciones de tratamiento se reducen».

Tratamientos y avances médicos

El tratamiento para el cáncer de tiroides varía dependiendo del tipo y la etapa en la que se encuentre. En la mayoría de los casos, la cirugía es el primer paso, seguida de tratamientos con radioyodo para eliminar cualquier rastro de tejido canceroso. Los avances médicos han permitido que el tratamiento sea cada vez más eficaz, con una tasa de supervivencia a cinco años que ronda el 98% en los casos de carcinoma papilar, el tipo más común de cáncer de tiroides.

Prevención y concienciación

La prevención y la concienciación son los pilares de la campaña del Día Mundial del Cáncer de Tiroides. Organizaciones de salud en todo el mundo, como la International Thyroid Cancer Survivors’ Association, promueven la educación sobre los síntomas, la importancia de los chequeos regulares y la necesidad de una mayor investigación en torno a esta enfermedad.

«Es fundamental que la población esté informada y sepa que este cáncer puede tratarse exitosamente si se detecta a tiempo. Las campañas de concienciación, como las que se realizan cada 24 de septiembre, ayudan a difundir este mensaje», añade la doctora Morales.

El papel de la sociedad

El Día Mundial del Cáncer de Tiroides es una oportunidad no solo para recordar la importancia de la detección temprana, sino también para apoyar a quienes han sido diagnosticados y a sus familias. «El apoyo emocional es crucial para los pacientes. Muchas veces, el impacto psicológico del diagnóstico es tan fuerte como el tratamiento en sí», asegura Pérez.

Con una mayor conciencia pública y un enfoque en la prevención, se espera que la tasa de mortalidad por cáncer de tiroides continúe disminuyendo en los próximos años, brindando a los pacientes una oportunidad de lucha más equitativa frente a esta enfermedad silenciosa.

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