A pesar de modestos avances, Chiapas encabeza la lista de entidades con las retribuciones más bajas, según el último informe del Inegi. Esta situación limita el acceso a servicios básicos, salud y educación, perpetuando el ciclo de pobreza
Aquínoticias Staff
En el corazón de las desigualdades económicas de México, el estado de Chiapas emerge nuevamente como uno de los territorios con menor ingreso promedio por hogar. Según el reciente informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Chiapas, Guerrero y Oaxaca encabezan la lista de entidades con las retribuciones más bajas, evidenciando una disparidad significativa respecto a los estados del norte y el centro del país.
El reporte “Ingreso Corriente para los Municipios de México 2022” reveló que en 31.83 % de los municipios mexicanos se registraron ingresos considerados bajos o muy bajos, mientras que apenas el 7.85 % alcanzó niveles altos o muy altos. Chiapas, junto con Guerrero y Tlaxcala, no cuenta con municipios clasificados en los estratos más altos, lo que subraya la vulnerabilidad económica de estas regiones. En contraste, municipios del norte y la Ciudad de México presentan los ingresos más elevados, liderados por Benito Juárez con un promedio trimestral de 161,535 pesos, diez veces más que el municipio más pobre, Soteapan, en Veracruz, con 15,166 pesos.
En Chiapas, Tuxtla Gutiérrez registra el ingreso promedio más alto del estado, con 62,411 pesos trimestrales, clasificado en el estrato «alto medio», pero muy lejos de los niveles máximos nacionales.
La persistencia de bajos ingresos en Chiapas no es nueva. Desde hace décadas, el estado ha enfrentado barreras estructurales, como la falta de infraestructura, bajo acceso a educación de calidad y limitada inversión en sectores productivos.
Además, el lento crecimiento económico del sur contrasta con las dinámicas del norte, impulsadas por el comercio y la industria. Mientras que regiones como Nuevo León y Baja California Sur cuentan con economías diversificadas y competitivas, Chiapas sigue dependiendo en gran medida de actividades primarias como la agricultura. Esto lo hace vulnerable a factores externos como el cambio climático y las fluctuaciones del mercado.
Los ingresos bajos tienen implicaciones directas en el acceso a servicios básicos, salud y educación. Según el Inegi, en municipios con menores ingresos, como los de Chiapas, la inversión en desarrollo social es limitada, perpetuando un ciclo de pobreza.
Para revertir estas condiciones, expertos sugieren estrategias que incluyan mayores inversiones en infraestructura, programas sociales focalizados y políticas que impulsen la economía local. Además, se destaca la necesidad de un enfoque integral que considere las particularidades culturales y sociales de los estados del sur.
Con información de La Jornada