El café local sigue conquistando mercados y sentidos: aroma, historia y esfuerzo hacen del grano chiapaneco un símbolo global de excelencia y resistencia
AquíNoticias Staff
El café de Chiapas no es solo una bebida: es un legado de tradición, identidad y maestría agrícola que ha seducido paladares globales. Con su inconfundible aroma, textura sedosa y notas que van desde lo cítrico hasta lo achocolatado, este grano se ha coronado entre los mejores del mundo.
Su historia se remonta al siglo XIX, cuando inmigrantes europeos —especialmente alemanes— impulsaron las fincas del Soconusco. Hoy, las montañas, suelos volcánicos y climas privilegiados del estado producen variedades premiadas como Bourbon, Typica y el afamado Café de Altura, con sus complejos matices de chocolate y frutas rojas.
Aunque enfrenta desafíos como el cambio climático y mercados volátiles, los productores chiapanecos mantienen su apuesta por la calidad. San Cristóbal de las Casas ofrece experiencias inmersivas en lugares como Cafeología, donde el ritual del café se vuelve un viaje sensorial y cultural.
Más que un producto, este grano es un símbolo de resistencia y orgullo. Cada taza cuenta la historia de generaciones que han convertido a Chiapas en sinónimo de excelencia cafetalera.
