El último interprete

Foto: Ariel Silva

Daniel Vázquez García, licenciado en Informática, nunca imaginó que sus manos le ayudarían a encontrar el amor y a ganarse la vida

Lucero Nataren / Aquínoticias

 

[dropcap]D[/dropcap]aniel Vázquez García es licenciado en Informatica, pero su principal trabajo es ser intérprete de lenguaje de señas. Lleva tres años trabajando para el Congreso del Estado de Chiapas. Es de los últimos intérpretes en esta administración, el único en dicha institución (échele la culpa a la «austeridad republicana» del nuevo gobierno).
Está casado con Catalina. Su esposa tiene discapacidad auditiva y llevan 21 años juntos. Tienen dos hijos, ninguno con las características de su madre. La comunicación entre ellos al principio fue complicada, era la primera vez que tenía contacto con ella y omitía muchas cosas. Él le escribía, pero desconocía que no sabía leer. El amor que sentía por ella le otorgaba esa necesidad de comunicarse y le animaba a buscar cursos, diplomados, libros para formarse. Su esposa le enseñó empíricamente. Le llevó dos terribles meses aprender (compréndanlo, estaba enamorado).
Las personas sordas sólo tienen discapacidad auditiva, es decir, los otros sentidos les funcionan muy bien. Daniel y su esposa son ejemplo de ello, llevan una vida «normal», tienen discusiones como los demás. A ella la vista le funciona excelente, se fija en los detalles, juega ajedrez y aunque con quien se comunique no sepa lenguaje de señas, ella casi siempre logra su objetivo. Es muy hábil.
Daniel relata que lo complicado de la lengua de señas es aprenderlo, como oyente le fue un tanto difícil, en ocasiones iba a reuniones de sordos, no había personas oyentes, más que él; se sentía excluido, ahí comprendía que el entorno era diferente, eso provocó se sensibilizara mucho más y le impulsara a aprender y trabajar más en ello.
— «Cuando descubrí que tenía la habilidad, decidí echarlo a andar y es a lo que actualmente me dedico. Lo de mi profesión lo aplico en esto, para ayudar a las personas sordas, estamos en proyecto de sacar aplicaciones de páginas para que los sordos puedan acceder de manera más fácil con ayuda de un intérprete en un recuadró», narra.
En el Congreso trabaja de 9 am a 4 pm, martes y jueves en sesión ordinaria y los días de extraordinaria. Actualmente imparte un curso de Lengua de señas a 22 personas, trabajadores del Congreso. En su experiencia en el Congreso cuenta que antes no le prestaban atención, cuando se paraba a interpretar en la sala, después del curso ya ha cambiado un poco.
Una década de experiencia en el ramo: intérprete de Lengua de Señas Mexicana en el Sistema Chiapaneco de Radio Televisión y Cinematografía, instructor de lengua de señas e intérprete en el Instituto de Capacitación y Vinculación Tecnológica del Estado de Chiapas (Icatech), en el Dif Tuxtla y actualmente en las sesiones en el Congreso del Estado. Estuvo en la Nueva FM, grababa cortes informativos a nivel regional.
En 2012 participó en el Parlamento Juvenil, junto a su cuñada, que también es sorda. Su propuesta ganó y quedó un punto de acuerdo para que fuese una ley que se diera la inclusión al lenguaje de señas. En esa fecha presentaron un punto de acuerdo a la mesa directiva, pero relata que sólo les recibieron el documento, y los mantuvieron en espera durante algún tiempo, su entusiasmo y perseverancia le permitieron conocer a la diputada llamada Silvia Lilian Garcés, para ver qué le parecía el punto de acuerdo.
–«Ella sí puso empeño, le interesó el tema de discapacidad auditiva, junto a su equipo presentaron un proyecto y adicionaron un párrafo en el artículo 41, donde se obligaba al Congreso a que existiera un intérprete, para brindarle el derecho a la información a la persona sorda», refirió.
Vázquez espera que los diputados actuales se interesen por el tema de la inclusión e implementen otro artículo donde el Congreso obligue a las instituciones gubernamentales a tener un intérprete en cada municipio, en sus dependencias, «es importante porque si llega un sordo a hacer una gestión no hay quien los atienda». Como es el caso del ayuntamiento de Tuxtla Gutiérrez.
Si Daniel no se llegara a encontrar en el congreso y una persona con discapacidad auditiva acude, no hay con quién pueda comunicarse, por ello decidieron implementar cursos. Como prioridad se les invitó a los 41 diputados, quienes aceptaron la invitación, pero de ellos sólo enviaron a tres personas.
Daniel pertenece a la Asociación de Sordos del Estado de Chiapas (Asodech). Es el secretario, hay un gremio de 100 personas, cuentan con un equipo de basquetbol, todos los domingos se reúnen en Caña Hueca, ya han participado en eventos en Guadalajara, Suchiapa, eventos de recreación para que los chicos tengan diversión, buscan apoyos en el Indeporte, y en gobierno.
Su trabajo como intérprete es difundir, informar, sensibilizar a la gente que no sea apática, que deben ayudar y aprender un poco para que se puedan comunicar. Actualmente están participando en un «evento incluyente» porque es para oyentes y personas de discapacidad, evento a nivel municipal, promovido por el Instituto del Deporte de Tuxtla (Indetux).
Se busca que en Televisión el recuadro en donde aparece el intérprete sea mucho más grande, porque la persona con discapacidad auditiva tiene que verse a la necesidad de acercarse a la TV para apreciar lo que ellos están diciendo, hay quienes no se ponen a pensar que la gente quiere ver e informarse.
En el caso del Congreso de la Unión si cuentan con intérprete, igual en el Canal Judicial, pero en los demás canales no. Debería haber un intérprete en más programas, tanto culturales, deportivos, etcétera, que se enfoquen a informar a esta comunidad.
¬ «Ya se está dando la inclusión, pero aquí en Chiapas en el Canal 10 lo quitaron hace aproximadamente como tres o cuatro años por falta de presupuesto, eso no debería ser ese un pretexto. El recurso era muy poco, nosotros lo hacemos de manera profesional».
Un dato importante es que el decir personas con capacidades diferentes es un término desigual. La persona no escucha, es una ausencia, eso no limita que haga otras cosas. No es «sordo mudo», eso es discriminante, se utiliza el término sordo.
Una de las experiencias del intérprete es que les llaman para ir e interpretar algún evento, sin embargo, cuando les proporcionan el costo de este, les piden que vayan de gratis.
— «No podemos trabajar si no nos pagan. Si fuese fácil ellos lo hicieran. El trabajo deber ser valorado, no es nada más estar ahí. No es nada más pararse y hacer señas, tuvimos una preparación, y como tal debe valorarse. Estamos interpretando de español a lengua de señas, es otro idioma», expresa.
Él, sencillamente se considera: un intérprete profesional de la lengua de señas mexicana.

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