En el Congreso de Chiapas, mujeres ingenieras reciben reconocimiento por abrir camino en la innovación, la tecnología y el desarrollo académico en un estado que las necesita
AquíNoticias Staff
En un acto con fuerte carga simbólica y política, el Congreso del Estado reconoció el papel decisivo de las mujeres en la ingeniería, un campo históricamente masculinizado. La ceremonia, realizada en el Hemiciclo a Benito Juárez, puso en el centro la contribución de cinco mujeres chiapanecas que han transformado con su trabajo el panorama tecnológico y académico de la entidad.
La diputada Flor de María Guirao Aguilar, impulsora del encuentro, encabezó la jornada junto al diputado Mario Guillén Guillén, presidente de la Junta de Coordinación Política. Ambos destacaron que las mujeres ingenieras no solo rompen barreras, sino que están construyendo, literalmente, las bases del futuro de Chiapas, desde las aulas, las obras públicas y las instituciones.
Durante el evento, Guillén Guillén subrayó que el trabajo técnico, muchas veces invisible, tiene rostro de mujer y que sin su participación, Chiapas quedaría rezagado frente a los desafíos de desarrollo. La ceremonia no fue solo un acto de reconocimiento, sino una declaración de principios del Poder Legislativo sobre la urgencia de políticas con perspectiva de género en el ámbito científico y técnico.
En su intervención, María Eugenia Monreal, Coordinadora Nacional de Ingenieras, trazó un mapa del avance de las mujeres en sectores donde antes eran excepciones. Su discurso recordó que la ingeniería con rostro femenino no es una moda ni una cuota, sino una necesidad estratégica para enriquecer procesos creativos e innovadores en el estado.
Las galardonadas: Bárbara Adriana Rodríguez Bucio, Ruth Cristina Morales Hernández, Minerva Gamboa Sánchez, Anakaren Gómez Zuarth y Griselda Aguirre Medina, son referentes de liderazgo, preparación y compromiso público. La presencia de Anakaren Gómez, actual titular de SEINFRA, dio al evento un sentido adicional: hay mujeres diseñando políticas y ejecutando obras desde las altas esferas del poder.
El cierre protocolario reunió a representantes de instituciones académicas, de gobierno y de organizaciones profesionales, en un acto que, más allá del aplauso, marcó un mensaje: el Congreso puede y debe ser un amplificador de las voces femeninas que están rediseñando Chiapas desde la ciencia, la técnica y la acción pública.