En Chiapas, slo 53% de hogares maneja bien la basura

Anualmente cada persona en la entidad genera 214 kilogramos de residuos sólidos. Es decir, una familia de cinco integrantes produce en 12 meses, un montículo de desechos con un peso de una tonelada

Julieth Rodríguez/Portavoz

[dropcap]C[/dropcap]hiapas es la segunda entidad del país con el menor número de habitantes que practican la correcta disposición de su basura, a pesar de ser también el segundo estado donde se genera menos desechos por persona al año, según datos comparados de estudios efectuados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Las estimaciones del Anuario estadístico y geográfico de los Estados Unidos Mexicanos indican que en la entidad, por año cada persona genera 214 kilogramos de residuos sólidos. Es decir, una familia de cinco integrantes produce en 12 meses, un montículo de desechos con un peso de una tonelada.
Lo que genera un chiapaneco es 70 kilos menos que el promedio nacional, que asciende a 284 kilos por persona al año; y muchísimo menor que los 486 kilos de basura que produce un habitante de la Ciudad de México en el mismo periodo.
Sin embargo, a diferencia de la capital del país, donde el 98 por ciento de los hogares disponen adecuadamente de los residuos sólidos, en Chiapas sólo lo hacen en el 59 por ciento de las viviendas, de acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015 del Inegi.

Causas

Los residuos sólidos —explica la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (Semahn) — son materiales de diferentes orígenes como desperdicios del hogar, oficinas, calles e industrias; y puede ser todo aquel material o producto en estado sólido, semisólido, líquido o gas del que una persona se deshace. Asimismo, aclara que estos residuos pueden ser susceptibles de sujetarse a tratamiento o disposición final, conforme lo estipule la ley.
En su página de internet, la misma dependencia informa que al día en Chiapas se generan 3 mil 955 toneladas de basura, lo que significa que cada persona produce al menos 865 gramos de desechos en 24 horas, aproximadamente.
De estas más de 3 mil toneladas, el 75 por ciento son residuos urbanos (se originan en la actividad doméstica y comercial en entornos citadinos); la mayor proporción de ese porcentaje no es adecuadamente dispuesto, admite la propia Semahn: «De estos, sólo se recolectan en promedio 52 por ciento que son generados principalmente en las cabeceras y en las comunidades de mayor tamaño cercanas a estas».
«La mayoría de los residuos son recolectados deficientemente debido a que los camiones no son los adecuados y la infraestructura para su apropiado tratamiento es insuficiente, lo que genera contaminación en agua, suelo y aire», añade.
Las causas no se limitan a esas carencias a la cuestión infraestructural, sino también a cuestiones que se suscitan en cada municipio, donde no hay responsabilidad social al momento de realizar la separación de los desechos ni hay cultura del reúso.
«La problemática radica en que el número de municipios que realizan separación y reciclado es mínimo, por tanto se recuperan menos del 10 por ciento de los materiales reciclables; la mayor recuperación se realiza a través de la segregación informal, lo que genera un mayor volumen de residuos sin tratamiento en los sitios de disposición final», explica la dependencia.
El Plan Estatal de Desarrollo Chiapas 2013-2018 coincide con esta apreciación pues en su diagnóstico de gestión para la protección ambiental consigna que, en efecto, únicamente está regulado el 10 por ciento de los residuos sólidos urbanos porque el resto no es trasladado, tratado y dispuesto de manera correcta, lo que se traduce en riesgos y alto impacto al ambiente.
El mismo plan cita a la Semahn acerca del final de esa parte que basura que no se administra de manera eficiente: «65 por ciento se dispone en barrancas o en la orilla de cuerpos de agua y caminos».

Pronóstico

Dicha dependencia también aborda la discrepancia en la generación de basura en los municipios, por ejemplo, en 2010 en el municipio de Tapalapa se generaba una tonelada de basura por día en en tanto que en Tuxtla Gutiérrez se producían en este mismo año más de 598 toneladas.
Al respecto, explica que los 122 municipios tienen características económicas, sociales, políticas y ambientales muy diversas, empezando por la diferencia en la densidad de la población. Por ejemplo, según el Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal, en Tapalapa habitan 3 mil 282 pobladores; la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo indica que en la capital del estado hay 5 millones 326 mil 176 habitantes. Un universo de 5 millones 322 mil 894 personas entre ambas demarcaciones.
Respecto a la mayor generación de los residuos sólidos urbanos, según el «Programa estatal para la prevención y gestión integral de los residuos sólidos urbanos y de manejo especial en el estado de Chiapas» —el último, de 2010—, los municipios que producían más basura eran Tuxtla Gutiérrez, Tapachula, San Cristóbal de Las Casas, Ocosingo, Comitán de Domínguez, Chilón y Palenque.
El programa alertó del peligro de incremento en la cantidad de basura que se genera en Chiapas: «En lo referente a la proyección de la generación de residuos sólidos, se estima que para el año 2020, se incremente a 4 mil 514 toneladas diarias». Su proyección no se ha cumplido pero la cifra actual está a 559 toneladas de alcanzarla, a tres años del plazo previsto.
«La situación es preocupante, considerando que actualmente (2010) la disposición final en el estado ocurre en 117 tiraderos a cielo abierto y solo un relleno sanitario», consideró; además, aclaró que de esos tiraderos, sólo 37 cumplían con criterios de ubicación acorde a la normatividad así que los 80 restantes debían ser clausurados para construir y operar nuevos sitios.
El secretario de Medio Ambiente e Historia Natural, Carlos Morales Vázquez, durante su comparecencia (el 2 de febrero pasado) ante las comisiones unidas de Bosques, Selvas, Ecología y Cambio Climático del Congreso del estado, comentó avances en el tema de sólo seis tiraderos.
Dio a conocer que en cuatro años de la actual administración se construyeron los rellenos sanitarios en los municipios de Siltepec, Palenque, Comitán de Domínguez y Ocozocoautla de Espinosa; además que se continuó con la tercera etapa del de La Concordia y la segunda etapa de la rehabilitación del sitio de disposición final de Tapachula.
Destacó que los seis rellenos sanitarios tienen una capacidad para la disposición adecuada de 134 mil192 toneladas de residuos sólidos; y se otorgó 2 mil 177 contenedores de basura a 55 municipios. «Se cuenta con una capacidad instalada para efectuar la disposición adecuada de 604 mil 289 toneladas de residuos al año», aseguró en esa ocasión.
A diferencia de lo que documentó el programa estatal (117 tiraderos a cielo abierto y solo un relleno sanitario), el funcionario público explicó que en la actualidad se cuenta con 35 rellenos sanitarios, cuatro de ellos intermunicipales para 46 demarcaciones; y no abundó más al respecto.

Consecuencias

Para los ingenieros ambientales Pedro Vera Toledo y Raúl González Herrera, la mala disposición de los residuos sólidos genera no sólo la pérdida de biodiversidad, sino riesgos sanitarios para las poblaciones. En su artículo «Manejo inadecuado de residuos sólidos urbanos como una causa de la pérdida de biodiversidad en Chiapas» (Lacandonia, 2010), asentaron que además de dar mal aspecto y producir malos olores, son focos de infección y lugar de reproducción de bacterias, hongos y otros microorganismos patógenos.
Además, son también las fuentes alimenticias y de reproducción para especies consideradas nocivas, que a su vez son portadores de vectores de ciertas enfermedades perjudiciales para la salud pública, y representan fauna nociva que compite con la silvestre por alimento y territorio.
Enumeraron también como graves consecuencias el bloqueo de corrientes de agua, deterioro de lugares de recreación, contaminación de acuíferos, cuerpos de agua superficiales, salinización de suelos, y emisiones contaminantes del aire debido a las partículas volátiles que se desprenden de la basura. Los riesgos a la salud y al entorno aumentan cuando el sitio de disposición es incendiado porque la combustión origina la liberación de mayor cantidad de sustancias tóxicas.
Asimismo, los especialistas alertan de la agresividad de los lixiviados y el biogas que se depositan en el medio ambiente. Sus efectos en las especies se traducen en reducción en su población y disfunciones reproductivas, cambios metabólicos, deformidades y defectos de nacimiento, tumoraciones, cáncer, cambios en su comportamiento, fallas en el sistema hormonal y baja de defensas.
Reconocen que el problema es de la comunidad e implica a diversos actores como los tomadores de decisiones en los diversos niveles gubernamentales, a la población, a los estudiantes de todos niveles, y los servidores públicos encargados de las labores de recolección; todos, sugieren, deberían enfocarse en labores de sensibilización.
En sus conclusiones llegan a una sentencia que de nueva cuenta remite a la disposición de desechos en los hogares chiapanecos: no hay educación acerca de cómo disponer de manera correcta de la basura.

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