Consejera destituida ¿de regreso a la función pública?
Fue removida como consejera presidenta del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) hace casi cuatro años por graves irregularidades en el proceso electoral de 2015 que violaron el principio de paridad, entre otros tantos agravantes. Se trata de María de Lourdes Morales Urbina que este martes presuntamente había asumido funciones como nueva directora del Registro Público de la Propiedad y el Comercio en Chiapas.
La historia detrás de Morales Urbina arrastra uno de los más grande escándalos electorales de los que se tenga memoria en la entidad chiapaneca. Nunca antes el Instituto Nacional Electoral había determinado destituir a consejeros locales en Chiapas debido a comprobarse tantas anomalías en un sólo proceso.
Aunque de manera oficial la remoción de Morales Urbina, junto al resto de los consejeros, se debió a que se violaron los criterios de paridad de género en el registro de candidaturas, así como irregularidades graves en la integración del listado nominal de quienes participaron en el proceso para la elección del diputado migrante en la entidad, en el fondo se trató del mayor castigo a uno de los cochineros electorales más cínicos.
Las pruebas de la corrupción y las irregularidades se desbordaron en redes sociales y medios de comunicación. Las maniobras, ordenadas por el entonces gobernador Manuel Velasco Coello, para robarse las elecciones e imponer a sus candidatos a -costa de lo que sea- terminaron expuestas de manera inevitable.
Morales Urbina, como cabeza del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana, había participado y solapado uno de los más descarados fraudes electorales en Chiapas. Lo escandaloso del caso escaló a medios nacionales, ventilando el cochinero orquestado por Velasco Coello y ejecutado por el consejo electoral local. Nada pudo hacer el gobernador chiapaneco para encubrir a sus cómplices, y las cabezas «rodaron» por determinación del INE en mayo de 2016.
Pero a Velasco poco le importó la sentencia expuesta a nivel nacional. En septiembre de 2017, sólo un año después de ser destituida, la ex consejera presidenta del IEPC llegó al equipo cercano de Sasil de León Villard, en la delegación estatal de Prospera en Chiapas. De manera sigilosa, Velasco Coello la colocó como principal brazo ejecutor de la ex diputada verde y ahora senadora, garantizándole trabajo y protección para los últimos años del sexenio.
No hubo el más mínimo intento de disimular el absoluto respaldo del entonces gobierno verde en Chiapas. Pero los antecedentes todavía siguen bastante frescos. Apenas en septiembre del año pasado Morales Urbina intentó convertirse en magistrada del Tribunal Electoral de Chiapas, pero la oposición de organizaciones como REPARE impidieron que sus aspiraciones se consumaran.
Por eso la noticia difundida este martes sobre su supuesto nombramiento como nueva directora del Registro Público de la Propiedad y el Comercio en Chiapas cayó como agua helada a una ciudadanía chiapaneca que todavía no olvida los años de corrupción cínica encabezados por el gobierno de Velasco Coello y sus cómplices subordinados… así las cosas