En la Mira / Hector Estrada

Soberbia, discriminación y corrupción envuelven a rectoría de la Unich

Las malas decisiones y la soberbia se han convertido en una combinación bastante costosa para el actual rector de la Universidad Intercultural de Chiapas (Unich), Jorge Luis Zuart Macías, que está nuevamente en medio de los reflectores públicos por presuntos actos de discriminación en contra un estudiante tsotsil a quien se le habría negado el ingreso a la carrera de Médico Cirujano, pese a estar entre los mejores puntajes en el proceso de selección.
El caso de Fabián de Jesús Sántiz Arias, joven originario del municipio de Chenalhó, ha llamado fuertemente la atención de organizaciones defensoras de derechos humanos y medios de comunicación (locales y nacionales). La inexplicable e injustificada postura de la universidad para no permitirle comenzar sus estudios, a pesar de sus buenos puntajes, ha colocado a la institución en medio de las más severas críticas.
Y no es para menos. Desde hace aproximadamente 10 días Fabián inició un plantón indefinido y huelga de hambre para exponer su caso… El joven, con calificaciones de excelencia en la preparatoria, había sido sacado de la lista de estudiantes admitidos, sin menor explicación. No importó que, según las listas oficiales, hubiera obtenido el puesto número 21 entre un aproximado de 300 que habían cursado el proceso de preuniversitario.
La Unich simplemente decidió eliminarlo deliberadamente de la lista de 80 alumnos admitidos para la carrera de medicina que -según el calendario escolar- inició este 20 de enero. Así, sin argumentos convincentes, la universidad le negó cualquier rectificación de resultados, por lo que Fabián decidió hacer pública su inconformidad, además de la evidente corrupción en el proceso de selección. Y la ira de rectoría se desató.
En lugar de atender el asunto con inteligencia y aclarar la situación, el rector, Jorge Luis Zuart Macías, decidió minimizar el problema e ignorar las peticiones del joven tsotsil, sin imaginar hasta dónde escalaría la relevancia pública del caso. La indiferencia de la universidad y la propia Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) desataron pronto la indignación y empatía de la población y otros sectores.
Sin la menor preocupación, la rectoría dejó que la salud del joven, tras varios días en huelga de hambre, empeorara. Y el caso cobró mayor resonancia mediática por el evidente desprecio de las autoridades ante semejante caso. Zuart Macías había decidido guardar silencio sin ofrecer mayores explicaciones convincentes sobre lo sucedido, demostrando su evidente indiferencia.
Con la intervención de las organizaciones civiles al rector no le quedó de otra que acercarse a dialogar, pero la soberbia no menguó. Jorge Luis Zuart no sólo negó a Fabián la posibilidad de iniciar sus estudios universitarios esta semana, proponiéndole comenzar el próximo semestre; además le exigió que para alcanzar ese acuerdo necesitaba salir a medios de comunicación para asegurar que lo dicho antes contra la universidad «era mentira», y limpiar la imagen del rector.
El acuerdo, además de inmoral, resultaba abiertamente injusto e irracional. Por eso la situación parece complicarse con el paso de los días. La credibilidad e imagen de la actual rectoría atraviesa uno de sus peores momentos y difícilmente usando a «emisarios» para justificar decisiones o dar explicaciones que ni las propias autoridades universitarias han podría otorgar con claridad.
Este fin de semana ciudadanos, organizaciones civiles y estudiantes marcharon por la principal avenida de Tuxtla Gutiérrez en apoyo a Fabián, mientras este lunes los comités de apoyo decidieron tomar las instalaciones de la CEDH, que de manera cómplice también se ha portado omisa ante semejante agravio.
Resulta ya innegable que la estancia de Jorge Luis Zuart Macías en la rectoría se ha convertido en uno de los periodos más convulsos para la Universidad Intercultural. Sus malas decisiones y soberbia para aceptar los errores cometidos tienen hoy a la institución en una situación bastante comprometedora e inaceptable que bien podría justificar su urgente relevo… así las cosas.

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