Los primeros desatinos de la presidenta interina en Tapachula
Fuerte controversia ha causado la reciente distribución de los recibos de agua potable en la ciudad de Tapachula, Chiapas, con la imagen promocional de la nueva presidenta municipal interina, Rosa Irene Urbina Castañeda, que no sólo podría significar un grave desatino de la nueva directriz municipal, sino también una violación a la normativa federal sobre el uso de propaganda institucional en los tres órdenes de gobierno.
La imagen promocional personalizada, que ocupa la mitad en el reverso del recibo, presenta una foto de Urbina Castañeda, sentada en el escritorio de la oficina de la presidencia municipal, acompañada de un texto que detalla las «virtudes» que le permitieron convertirse en presidenta municipal interina de Tapachula, tras la muerte del alcalde electo Oscar Gurría Penagos.
«Electa por su capacidad y por reunir virtudes que requiere el municipio de Tapachula, para ser gobernado por una mujer sensible, sensata y prudente, que busca el beneficio común en donde todos ganemos y vivamos en un sitio seguro, libre y soberano», dice el texto que acompaña su imagen y a su nombre, con el distintico de «primera mujer presidente de Tapachula, Chiapas».
Sin embargo, la controversia puede tener implicaciones más graves que el evidente desatino de la alcaldesa interina; la impresión y distribución de dicha propaganda también podrían significar un proceso sancionador contra ella y las autoridades municipales involucradas por delitos federales sobre el uso indebido de papelería institucional. Y es que, el artículo 134 de la Constitución Mexicana establece de manera clara que:
«La propaganda, bajo cualquier modalidad de comunicación social, que difundan como tales, los poderes públicos, los órganos autónomos, las dependencias y entidades de la administración pública y cualquier otro ente de los tres órdenes de gobierno, deberá tener carácter institucional y fines informativos, educativos o de orientación social. En ningún caso esta propaganda incluirá nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público».
La vigilancia e inicio de procesos sancionadores para dichos delitos son responsabilidad del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) y su titular Oswaldo Chacón Rojas que no puede pasar por alto semejante exceso que habla de la inexpercia o la desesperación del nueva presidenta interina para pocisionar su imagen entre sus gobernados.
Y es que, Rosa Irene Urbina fue designada apenas el pasado 28 de febrero como presidenta municipal interina, en medio de una fuerte controversia por la ilegalidad de su nombramiento debido a la evidente violación a las leyes de paridad de género. La opocisión de la militancia de Morena en aquel municipio y la intracendencia de su carrera política han minado su arribo a la silla interina de Oscar Gurría.
A lo anterior se suma la impugnación hecha al proceso de su designación que se mantiene en curso, por lo que su permanencia como presidenta interina hasta el fin del trieno no está garantizada. Urbina Castañeda podría convertirse en uno de esos ejemplos recientes de «lo que mal empieza mal acaba», sumándole también otro descalabro al desacreditado Congreso de Chiapas y sus imposiciones exprés… así las cosas.