Los mercaderes de la desesperación epidémica en Chiapas
El aumento de los contagios y la cantidad de enfermos con complicaciones por Covid-19 en Chiapas ha disparado la demanda de medicamentos y aparatos de asistencia médica, pero también los abusos por parte de algunas distribuidoras o establecimientos que han decidido duplicar o triplicar los precios para intentar hacer de la necesidad «su agosto» en pleno mes de junio.
Los mensajes de personas buscando desesperadamente fármacos especializados, oxigeno médico o aparatos de asistencia respiratoria se han hecho cada vez mas constantes durante los últimos días. Basta revisar las redes sociales para constatar la numerosa búsqueda de opciones a fin de conseguir tanques de oxigeno a costos menos elevado.
Y es que, ante lo limitado de la capacidad hospitalaria y la necesidad de llevar los procesos de recuperación de manera intradomiciliaria, a muchos no les ha quedado de otra que cuidar a sus enfermos con problemas respiratorios en casa, y eso se ha convertido en «tierra fértil» para el negocio de algunos aprovechados.
Tanques de oxigeno que antes de se cotizaban en tres mil 900 pesos hoy alcanzan costos de más de 9 mil pesos. Los precios van de los 7 mil hasta los 23 tres mil pesos por tanque de oxigeno. Y con los fármacos ha pasado algo similar. Medicamentos que normalmente se cotizaban 100 o 200 pesos hoy en algunas farmacias alcanzan costos tres o cuatro veces mayores.
Si bien hay establecimientos que aún han mantenido controlados sus precios en las principales ciudades de Chiapas, las denuncias sobre abusos de este tipo se han incrementado durante las últimas semanas, justo cuando el índice de contagios parece haberse disparado y el número de enfermos con complicaciones es mayor.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha hecho un llamado a denunciar los abusos de esta índole. Tan sólo durante el pasado mes de abril la dependencia aplicó 20 apercibimientos a comercios de Tuxtla Gutiérrez y Tapachula debido al aumento de precios a productos de gran demanda durante la crisis epidemiológica.
Y es que, si bien la demanda es evidentemente mayor, los incrementos se han vuelto desproporcionados. Aprovechar la desesperación de las familias con enfermos para triplicar los precios en una situación como la que hoy se vive no sólo resulta abusivo, sino inhumano, por lo que debe tener su castigo correspondiente… así las cosas.