Millonario ecocidio amenaza patrimonio de San Fernando
De manera extraoficial serán alrededor de 40 millones de pesos que se destinarán para la remodelación del parque central de San Fernando, Chiapas, mediante un proyecto, a capricho del actual gobierno municipal, que prevé la eliminación de áreas verdes, el derribo de arbolado y el desmantelamiento del tradicional kiosco municipal.
El proyecto arquitectónico que se había filtrado en redes sociales desde ya hace algunas semanas desató el inmediato rechazo entre los pobladores, por lo que se decidió postergar su presentación oficial hasta ahora. Y es que, los cambios aplicados a la composición e identidad del emblemático parque central fueron radicales.
Para hacer posible la construcción del estacionamiento subterráneo y la colocación de un enorme puente peatonal sobre la nueva explanada fue necesaria la eliminación de áreas arboladas, jardines y mobiliario tradicional (como el kiosco principal) a fin de convertir el espacio público en una nueva plancha de concreto con mayor aforo de personas.
No hubo consulta pública, ni se socializó la propuesta con la población. El ayuntamiento, encabezado por Juan Antonio Castillejos Castellanos, simplemente decidió hacer el proyecto y solicitar los recursos federales de manera unilateral. Ahí es donde parece haberse generado el nuevo y creciente descontento social.
Este domingo, pobladores decidieron realizar una manifestación pacífica para oponerse al plan de remodelación. Con pancartas en mano salieron a las calles para concluir la protesta en el mismo parque central donde exigieron la suspensión de la inminente obra o el replanteamiento del proyecto, privilegiando la identidad del pueblo y el respeto total de las áreas verdes.
Si bien el gobierno de Castillejos Castellanos ha intentado salir a defender su proyecto, asegurando que no habrá afectaciones a las áreas verdes o el mobiliario tradicional, la propuesta arquitectónica oficial dice lo contrario y hace técnicamente inviables las aseveraciones del gobierno municipal.
La decisión unilateral y necedad de Juan Antonio Castillejos hoy parece colocarlo frente a un conflicto creciente, francamente innecesario tras varios meses de conformidad entre sus gobernados. Si decidió inscribir un proyecto tan importante para bajar recursos del Fondo de Desarrollo Metropolitano sin socializar la propuesta y el respaldo de la población tendrá que aceptar las consecuencias.
La nueva inconformidad ciudadana no tiene que nada ver con la llegada de inversiones o proyectos de derrama económica para la mejora de la infraestructura municipal, sino con la gestión de proyectos sinsentido, de nocivo impacto ecológico, sin visión de identidad municipal y francamente innecesarios, existiendo otras prioridades verdaderamente urgentes.
Ante el capricho consumado en proyecto, con los recursos federales autorizados, al gobierno de Juan Antonio Castillejos no le quedará de otra de someter el diseño a consulta y buscar el consenso social a fin de replantear la propuesta de remodelación para un espacio que francamente ya es bello con sus características actuales; pero bien podría mejorarse respetando su identidad y áreas verdes sin afanes modernistas que parecen fuera de lugar… así las cosas.