Minera canadiense amenaza 107 mil hectáreas de Los Chimalapas
Más de 107 mil hectáreas de la Selva de Los Chimalapas, ubicada en las colindancias entre Oaxaca y Chiapas, serían directamente afectadas ante el posible otorgamiento de cuatro concesiones mineras a la empresa canadiense «Minaurum Gold Coper» para la extracción de Oro, Cobre y Plomo durante los siguientes años.
Los trámites en proceso ante la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Secretaría de Economía han desencadenado ya numerables reacciones de organismos de protección al ambiente, más allá de las fronteras. Apenas este miércoles, académicos, ambientalistas, artistas y colectivos de 20 países difundieron un manifiesto internacional en defensa de la reserva natural, donde piden al presidente Andrés Manuel López Obrador que niegue definitivamente los permisos de exploración y explotación.
En el documento de solicitud con fecha del 23 de julio de 2020, publicado en la gaceta ecológica, se señala la pretensión de hacer «exploración minera directa con un alcance en la perforación de 20 Unidades de Barrenación». El proyecto de «exploración minera Santa Martha», impulsada por la empresa canadiense, se ubica sobre el municipio de San Miguel Chimalapa con el número de proyecto 20OA2020MD038.
El documento fue enviado el pasado 5 de agosto al área correspondiente dentro de la Semarnat y de iniciarse la exploración dañaría una de las reservas naturales más importantes del país. De acuerdo con la descripción de la empresa, una de las primeras áreas de exploración se encuentra ubicada a 10 kilómetros del municipio de Zanatepec, a 125 kilómetros del puerto de Salina Cruz, Oaxaca.
El proyecto de la empresa canadiense incluye la apropiación de 6 mil 410 hectáreas para la extracción de oro y cobre, y estima una inversión de dos millones 500 mil dólares en gastos de exploración. No obstante, en su página web la empresa admite que ya ha iniciado los trabajos de reconocimiento, muestreo de rocas, mapeo geológico, e incluso un levantamiento aerogeofísico con el sistema Versátil Electromagnético en el Dominio-del-Tiempo (VTEM por sus siglas en inglés).
A decir de los pobladores y ambientalistas, dichas actividades extractivas generarían enormes impactos ambientales en uno de los lugares de mayor biodiversidad del planeta, alterando miles de hectáreas de selva y contaminando importantes masas de agua dulce, generando así afectaciones inevitables para más de 594 mil hectáreas de propiedad comunal y reserva natural.
Y no es para menos, la selva de los Chimalapas está considerada como uno de los pocos lugares del país en los que aún se conservan importantes ecosistemas. Además de tener selva alta, media, baja, bosque de montaña y bosques de maderas preciosas, se estima que ahí viven unas 150 especies de mamíferos, 350 de aves, más de 60 de reptiles, 50 de anfibios, 16 de libélulasy cerca de 500 de mariposa.
Y es que, el megaproyecto de extracción minera de la empresa Minaurum Gold Coper se encontraría estratégicamente cercano a la construcción e infraestructura del denominado Corredor Interosceánico del Istmo de Tehuantepec. Apenas el pasado 25 de julio pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró la primera obra del Corredor Interoceánico que comprende un muelle de contenedores y de usos múltiples de 123 metros de largo, justo en el puerto de Salina Cruz.
El megaproyecto minero apunta a convertirse en un nuevo «dolor de cabeza» para el gobierno federal como un tema de controversia internacional. El manifiesto para solicitar a López Obrador la negativa definitiva a los trámites de exploración coloca al presidente de la república en la disyuntiva de cancelar una inversión millonaria para uno de sus proyectos estratégicos o ser congruente con el discurso pregonado de protección al medio ambiente y combate al saqueo de los recursos naturales del país… así las cosas.