La vacunación en Tuxtla y los errores que no se pueden repetir
Lo que comenzó con la filtración irresponsable de un programa de vacunación sin publicación oficial y una discrecional prueba piloto frustrada, terminó por convertirse en un completo caos durante el último día de aplicación del primer lote de vacunas contra la COVID-19 a adultos mayores de 60 años en Tuxtla Gutiérrez.
La logística y estrategias de comunicación, bajo responsabilidad de la Secretaría de Bienestar federal, terminaron por fallar ante la presión social, las decisiones precipitadas para adelantar fechas y la ola de incertidumbre y especulaciones generada por la falta de información oficial tanto al interior de los módulos de vacunación como hacía el resto de la población.
Horarios inciertos, calendarios modificados y poca claridad sobre la disponibilidad de vacunas complicaron las últimas horas de aplicación el pasado miércoles dentro de los módulos habilitados en el Tecnológico Regional y el Parque Recreativo Caña Hueca. Y es que, si bien no hay nada oscuro en el manejo de las dosis, resulta evidente que no hubo control entre el cálculo de vacunas y asistentes para evitar que se hicieran aglomeraciones o filas innecesarias.
Lo que la población de Tuxtla Gutiérrez debe saber es que el proceso de vacunación en la capital chiapaneca será largo y en etapas. Como la ciudad más grande y poblada del estado, Tuxtla requerirá de poco más de 74 mil dos para cubrir tan sólo la demanda de adultos mayores de 60 que habitan en el municipio (según cifras del Inegi).
Será imposible un proceso de vacunación ininterrumpido en la capital estatal, pues el gobierno federal, responsable de suministrar las dosis a todas las entidades, envía los lotes de manera segmentada, por lo que no hay garantía de abastecimiento periódico o suficiente. Es decir, el avance de cada etapa de vacunación está supeditado a los tiempos y cantidades que las autoridades federales envíen a cada estado.
Este jueves llegó a Chiapas un nuevo lote de vacunas Pfizer, de más de 22 mil dosis, con el que se dará continuidad a la etapa de vacunación para los mayores de 60 años en Tuxtla. Resulta evidente que no será suficiente para concluir el proceso en la capital chiapaneca. Ahí es donde estará nuevamente el reto de logística para administrar la disponibilidad de dosis con la capacidad de atención y el número de asistentes.
No puede volver a ocurrir un zafarrancho como el del miércoles pasado. Se deben establecer nuevas estrategias de control para evitar aglomeraciones o filas que no garanticen acceso final a las vacunas; sobre todo durante los días en que se apliquen las últimas dosis de cada lote. Se necesitará aprender de los errores cometidos muy rápidamente, pues el tiempo avanza a prisa y aún resta un largo camino para alcanzar la cobertura total.
Sin embrago, no todo es negativo. Es importante también reconocer al personal de salud y atención primaria que por varias horas consecutivas han hecho posible el ansiado inicio de la vacunación en la ciudad más grande de Chiapas. No es un asunto sencillo, durante los primeros días fueron jornadas maratónicas de varias horas, sin parar y bajo las inclemencias del sol, como pieza esencial para alcanzar la tan deseada inmunidad nacional… así las cosas.