Tuxtla y la grave crisis que viene
Entre la indiferencia o incapacidad de las autoridades municipales para atender el problema, el sector económico de Tuxtla Gutiérrez se enfrenta hoy su peor crisis de los últimos años, debido a los efectos generados la pandemia de Covid-19. De acuerdo a datos de la Canirac, en sólo un año mil 500 establecimientos de la capital chiapaneca han cerrado sus puertas de manera definitiva sin que nada se haya hecho para detener el desastre.
Y es que, no es solamente una cuestión de inversiones y empresas perdidas, con el cierre definitivo de los negocios se estima que poco más de 9 mil personas también han perdido sus fuentes de trabajo en Tuxtla. La capital estatal duplica actualmente la tasa de desempleo a nivel nacional, convirtiéndose en uno de los municipios más golpeados por la crisis económica de la pandemia, no sólo en Chiapas, sino en todo el país.
Durante el primer año de pandemia, el impacto a la industria restaurantera ha sido de graves consecuencias, ocasionando el cierre definitivo de 120 mil restaurantes en todo México y la pérdida de 400 mil empleos. Lamentablemente estas cifras siguen creciendo, siendo el sector restaurantero uno de los más perjudicados.
Tanto el primer cierre de establecimientos como el segundo que se llevó a cabo en el Valle de México significaron la desaparición de más del 20 por ciento de restaurantes a nivel nacional, por lo que, de darse un tercer cierre, las afectaciones podrían alcanzar al 50 por ciento de los establecimientos más pequeños del país que no cuentan acceso a financiamiento y operan bajo permanente incertidumbre ante la aplicación de las restricciones.
Cifras oficiales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indican que en enero de 2021 se crearon un total de 47 mil empleos. No obstante, si se compara con el mismo mes, pero de 2020, se registra una caída del 30 por ciento. La mayor preocupación tiene que ver con la calidad de las plazas laborales, pues mientras este año se crearon 971 mil empleos de hasta dos salarios mínimos, en enero se perdieron 923 mil empleos de más de dos salarios mínimos.
De los 12 millones de puestos de trabajo formales e informales destruidos por la pandemia, alrededor de tres millones siguen sin restituirse, azotados por las diferentes olas de un virus que ha dejado casi 2.3 millones de enfermos y más de 210 mil muertos en el tercer país del mundo con más decesos por esta causa.
A decir del presidente regional de la Canirac en Chiapas, Guillermo Acero Bustamante, la recuperación para el sector empresarial no llega y, si nada se hace al respecto, aún se espera lo peor para los siguientes meses, con una inevitable crisis social por la falta de empleos y la dificultad de la iniciativa privada para invertir en la generación de nuevas fuentes de trabajo.
Hace sólo unas semanas el sector empresarial lanzó un llamado urgente a las autoridades para la aplicación de medidas especiales, como incentivos fiscales, respaldos financieros para obtención de créditos o simplificación administrativa a fin de propiciar una recuperación económica. Sin embargo, hasta la fecha no se tiene previsto ningún programa de rescate para el sector, por lo que, lamentablemente, el problema apunta a complicarse todavía más durante las siguientes semanas… así las cosas.