El nuevo descalabro a la dirigencia estatal del PRI en Chiapas
Como se veía venir, finalmente el Tribunal Electoral del Estado de Chiapas (TEECH) terminó por ordenar a la Comisión Estatal Permanente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la entidad modificar y reponer el proceso de ratificación a la planilla única que permitió a Rubén Zuarth Esquinca reelegirse como presidente del PRI estatal, por lo que su cargo se encuentra actualmente en limbo jurídico.
La sentencia del TEECH se da luego de que la Sala Xalapa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ordenara a las autoridades electorales locales revisar el asunto nuevamente ante la detección de inconsistencias dentro del proceso de elección interna.
En pocas palabras, la Sala Xalapa confirmó anomalías en los procedimientos y tiempos utilizados por la Comisión de Procesos Internos del PRI Chiapas para emitir la convocatoria. No se llamó a los concejos políticos municipales a la asamblea estatal para la votación, entre otras anomalías que, según las fuentes de impugnación, restaron transparencia, legalidad y máxima publicidad al proceso.
Si bien esta vez el TEECH validó la convocatoria emitida el pasado 3 de febrero, sí ha ordenado modificar el proceso para la validación del dictamen de ratificación a la planilla única. En términos jurídicos simples, los tribunales electorales han dejado sin validez a la actual dirigencia del Partido Revolucionario Institucional en Chiapas, por lo que Zuarth Esquinca y Rita Balboa han dejado de ser legalmente presidente y secretaria general hasta no ser nuevamente ratificados.
Las reacciones no han tardado en darse. Por un lado, Alfredo Araujo, uno de los principales promotores de la impugnación, aplaudió la resolución del tribunal, pues aseguró que con ello se abre una oportunidad para invalidar de manera definitiva la reelección de Zuarth. Mientras, por otro lado, Tony Aguilar Pérez, presidente de la Comisión de Procesos Internos, confirmó que la sentencia obligaría a un nuevo proceso de votación con todos los concejos políticos municipales para ratificar o no a la planilla de Zuarth Esquinca.
Aunque la reposición del proceso no significa la salida definitiva del Rubén Zuarth de la presidencia estatal, sí representa un duro golpe para su dirigencia y un riesgo (mínimo o no) para su reelección. Se trata pues de un nuevo proceso interno que se da justo en medio de una de las mayores crisis para el priismo nacional y específicamente para Alejandro Moreno Cárdenas, quien se había convertido en su principal protector durante los últimos años.
Sin el respaldo definitivo del gobierno del estado, prácticamente solo en el Congreso de Chiapas y con una estructura estatal bastante debilitada, Zuarth Esquinca deberá enfrentar este contratiempo, y seguramente otros más que se avecinan, sólo con el apoyo de sus aliados internos, mientras la dirigencia nacional se sacude sus propios problemas.
Lo cierto es que hoy el priismo en Chiapas, sus liderazgos y militancias, se encuentran evidentemente divididos. Es el partido quien más pierde ante esta encrucijada teniendo de frente al proceso electoral de 2024. Lo que le urge al PRI es una profunda recomposición y la reunificación de sus liderazgos si es que de verdad aspira a competir dentro de las elecciones federales que están ya a la vuelta de la esquina… así las cosas.