En la Mira / Héctor Estrada

Avanza plan de Trump para intensificar deportaciones directas a Chiapas

Esta semana el gobierno de Estados Unidos intensificó nuevamente las deportaciones aéreas directas hacia Chiapas con el envió de tres vuelos con 500 personas. Lo hizo, en el marco del acuerdo binacional denominado “México te Abraza”, que de manera discrecional sigue en desarrollo y que ha confirmado a Chiapas como el nuevo desfogue migratorios de complacencias para el vecino país del norte.

Así en menos de 24 horas tres aviones provenientes de El Paso, Texas; Columbus, Georgia; y Harlingen, Texas, arribaron este lunes al Aeropuerto Internacional de Tapachula a fin de, según el propio acuerdo, “alejar lo mayor posible a los migrantes de la línea fronterizas estadounidense”, para desalentar su nuevo intento de ingreso ilegal.

Con los de este lunes, suman una treintena de vuelos con alrededor de tres mil 500 mexicanos enviados a Tapachula, Chiapas, de acuerdo con estimaciones de las autoridades aeroportuarias y del Instituto Nacional de Migración. Prácticamente el triple de las deportaciones recibidas por los otros 19 puntos de recepción habilitados en todo el país.

Desde el pasado 27 de febrero, día en que el Aeropuerto Internacional de Tapachula recibió el primer avión con deportados desde Estado Unidos, este punto de la frontera sur mexicana ha recibido a miles de migrantes nacionales. Entre ellos algunos niños y adolescentes que requieren apoyo especial para el traslado a su estado de origen en México.

La nueva estrategia binacional, que fue anunciada como un éxito del gobierno de Donald Trump, pretende incrementar aún más el número de vuelos (llenos de deportados) con el paso de las semanas, a fin de seguir depositando a los mexicanos repatriados en Chiapas. “Ahora los vuelos de repatriación llegan hasta la frontera con Guatemala para dificultar la reincidencia de cruces ilegales. La entrada ilegal no es un juego; ser deportado es definitivo”, publicó hace un mes y medio la embajada estadounidense para festejar el operativo.

Mientras tanto, el gobierno mexicano ha tratado de subsanar su injusto acuerdo con apoyos de dos mil pesos por deportado para “facilitar” su desplazamiento desde la frontera sur hacia su lugar de origen en el resto del país. Y es que, aunque la propia presidenta Claudia Sheinbaum había asegurado que no cedería a las presiones para que las repatriaciones se realizaran en otro punto que no fuera la frontera norte, al final las deportaciones arenas directas terminaron en Chiapas.

Pero, asunto es más complicado de lo que parece, pues, según organizaciones defensoras de derechos humanos, las deportaciones aéreas han terminado por concentrar todavía más el problema migratorio en Tapachula. Y es que, la ciudad vive lidiando desde hace varios años con un serio problema por el flujo migratorio, proveniente desde Centroamérica y otros países, que se ha quedado prácticamente varado en esa región.

A decir de la organización Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez”, durante los últimos meses se ha documentado un incremento de alrededor del 20 por ciento en la cantidad de migrantes dentro de Tapachula. Los migrantes, en su mayoría cubanos, venezolanos y centroamericanos, se han quedado varados en la ciudad, haciendo colas en las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) para buscar ahora documentos de asilo en México o apoyo económico pare retornar a sus naciones de origen.

Al final de cuentas, el plan de Trump, bajo la complacencia del gobierno federal, parece avanzar con el paso de los meses sin que mucho se diga al respecto, complicando la situación para una ciudad como Tapachula donde la exponencial crisis migratoria no ha dejado de agudizarse desde la primera llegada del presidente republicano y su capricho concentrar el problema en nuevos nudos migratorios o “patios traseros”, lo más alejados de su país… así las cosas.

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