En la Mira / Héctor Estrada

Cocina Congreso inminente cambio al escudo de Chiapas

En un hecho prácticamente inminente, el Congreso de Chiapas prepara la aprobación de una iniciativa de decreto que modificaría, luego de casi 500 años, la integración sustancial del escudo oficial del estado de Chiapas, anticipando lo que podría convertirse pronto en una controversia a mayor escala por las implicaciones legales, administrativas y de identidad en la entidad.

La iniciativa, presentada a través del diputado José Ángel del Valle Molina, propone el cambio de elementos importantes dentro de la configuración del escudo original, previsto en la Ley del Escudo y el Himno del Estado de Chiapas. En concreto se prevé la sustitución de los leones, el castillo, la palmera y la eliminación de la corona que enmarca actualmente el emblema.

El diputado local de la bancada oficialista ha planteado la colocación de un tapir, un pavón o un jaguar en lugar de los leones, así como una ceiba y una ruina arqueológica en lugar del castillo y la palmera; eliminando totalmente del diseño a la corona de marqués.

En su justificación, Del Valle Molina ha asegurado que la iniciativa obedece a la necesidad de eliminar elementos ligados a “la conquista y la colonia” (..) para dejar atrás la herencia de la monarquía española, así como retirar los vestigios beligerantes y de conquista”. Sin embargo, la propuesta ha encontrado resistencias que habían retrasado su discusión y aprobación.

Y no es para menos. Los cambios sustanciales al escudo se convertirían en la mayor alteración al diseño original desde su presentación formal en marzo de 1535. Pues, con variaciones en las posiciones de los leones en 1619 y propuestas alternas que no se concretaron en 1950 y 1983, el antes escudo de armas y ahora escudo oficial de Chiapas se ha mantenido prácticamente sin mayores cambios desde su creación.

La propuesta se cocina en la cúpula de legislativo estatal, esperando las condiciones para socializar el proyecto. Para ello se plantea una supuesta consulta popular que, algunos temen, podría realizarse de “fast trak” o bajo simulaciones para evitar mayores controversias o resistencias sociales al respecto.

No obstante, la presentación formal de la iniciativa, su paso a comisiones y votación se advierten hoy como procesos legislativos prácticamente inminentes. El resto dependerá del involucramiento social, el acceso a la información sobre el tema y, por supuesto, la participación activa de la ciudadanía para decidir o, al menos, expresar su posición sobre el asunto.

Y que, según especialistas, antes deberían hacerse los análisis minuciosos respecto a las implicaciones legales y administrativas del cambio planteado. Sobre todo, en lo que respecta a la posible necesidad de remplazos o actualizaciones a documentos personales oficiales rubricados con el escudo actual. Pero también en materia de identidad cultural y aceptación social, que deberán ser también prioridades en el proceso.

Se trata, al final de cuentas, de una propuesta bastante arriesga que no debería ser descartada sin escuchar sus argumentos; pero que tampoco deberá ser consumada como un capricho político, sin escuchar antes a los expertos en la materia (con mesas de discusión abiertas) y una subsecuente consulta popular no simulada que de legitimidad a la decisión final… así las cosas.

Contacto: hectorestradaenlamira@gmail.com

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *