Rafael Moreno Valle, sella el pacto en Chiapas
Si todo marcha como hasta ahora, el panista Rafael Moreno Valle, ex gobernador de Puebla, se estaría convirtiendo en el virtual inquilino de Los Pinos, después del catastrófico retorno del PRI al poder y donde los verdaderos dueños del pastel ya se dieron cuenta que el tricolor y sus aliados, léase Partido Verde y Nueva Alianza, nomás no dieron una, tienen muchos más yerros que aciertos y eso puso ya en un grave riesgo a la clase política que mantiene el dominio del país, tanto los que aparecen en escena como aquellos que tras bambalinas mantienen el control de los hilos de los títeres de carpa, que salieron tan malos al grado que lo único real y evidente es el gran descontento social generalizado provocado por la ineficiencia gubernamental que tiene a la nación colapsada.
Con la evidente declinación de Margarita Zavala, quien buscaba el apoyo de propios y extraños para convertirse en la candidata del PAN a la presidencia de la república; declinación disfrazada de «buena voluntad» para no fracturar al PAN y dejar el paso libre a AMLO, las cosas comenzaron a tomar rumbo, y nadie más que Moreno Valle, recién desempacadito del gobierno de Puebla, para opacar el trabajo hasta ahora realizado por El Peje, quien subió como la espuma gracias también al mal trabajo de Peña Nieto y los ex gobernadores encarcelados y otros que andan quebrando palitos.
El pasado domingo aquí en tierras chiapanecas, Rafael Moreno Ovalle, dejó entrever de qué está hecho, trae curricúlum, pero sobre todo, su principal carta es haber gobernado una de los principales entidades del país, con una economía autosuficiente, y con una presencia política fuerte por estar cerca de la capital del país, claro después del Estado de México. Políticamente Puebla es un estado fortalecido con la presencia del panismo y Rafael Moreno Valle no es ajeno a esta circunstancia, es más, podríamos decir que es el principal impulsor de esta permanencia del PAN en el poder, pues su manera de gobernar hizo que la gente votara una vez más por su partido representado en las elecciones del 5 de junio del 2016 por José Antonio Gali Fayad, quien asumiera el cargo el pasado mes febrero y que a decir de los poblanos, está dando continuidad al trabajo que venía realizando Rafael Moreno Valle.
Mientras en Puebla el PAN se viene fortaleciendo, en el Estado de México, cuna de políticos que mayormente han ocupado cargos en la federación, el PRI, con toda y la maquinaria peñanietista, cayó estrepitosamente después de la paliza electoral que le acomodó Andrés Manuel López Obrador y su Delfin(a) como candidata de MORENA, que a decir de los propios priistas, la maestra no representaba nada, pero, ojo, esa frase de que Delfina «no significaba nada» y que le ganarían avasalladoramente, les hizo escupir al cielo para que después les cayera en sus propias narices.
Pero volviendo al tema de Chiapas y la visita de Rafael Moreno Valle; dos lecturas daríamos desde este espacio, la primera es que el PAN en la entidad dará mucho qué decir en los próximos comicios y podría convertirse en la primera fuerza (considerando que actualmente el Partido Verde es la primera fuerza por haber obtenido la mayoría de los votos en las pasadas elecciones) de consumarse la alianza con otros partidos de la cual tanto se ha dicho y que la visita del panista Rafael Moreno Valle podría ser el acto que selló dicha alianza después de los personajes que se vieron en ese evento, que no fue nada sublime y no dejaron nada a la imaginación; claro que sería el PAN quien encabezará esa alianza y por primera vez pondría a un candidato, aunque éste fuera externo. Como segunda lectura es que la dirigente del PAN en Chiapas, Janette Reazola Ovando, está más firme que nunca y después del evento quedó más fortalecida aún, y como a nivel nacional, donde Margarita Zavala le apostó a la suma, aquí en Chiapas tendrán que hacer los mismo todos los panistas sin distinción pues pronto podrían llegar a ser gobierno.
Eso es todo por hoy, nos leemos en el próximo En Resumen…
