En Resumen… / Pascual Cruz Galdamez

La recomposición obligada en el PRI

Muchas son las voces que se han pronunciado en contra de lo que han dado por llamar «la imposición» de Julián Nazar Morales como dirigente del PRI en Chiapas. Efectivamente, la trayectoria desagradable con la que, el también conocido con el mote de «talibán», se ha desempeñado en las encomiendas que ha ocupado en el ámbito político y administrativo, llevan a muchos a coincidir en que es el menos indicado para ocupar el encargo después del trago amargo que ese instituto político vivió con Roberto Albores Gleason al perpetuarse ilegítimamente en la dirigencia tricolor estatal.
Tal parece que los priistas salieron de Guatemala para entrar a Guatepeor, se dice; sin embargo, es raro que esas voces sean externas, los pocos priistas que han demostrado no estar de acuerdo con la asunción de Nazar Morales, lo han expresado entrelineas, como que si temieran rebelarse contra lord garrote por las represalias que éste pueda tomar en contra de quienes demuestren su inconformidad, pues Julián, quien en otros momentos ha sido repudiado y tildado de garrotero, malversador de recursos públicos, mafioso, entre otras lindezas, ayer fue vitoreado y casi cargado en hombros por un pequeño pero al fin grupo de personas que gritaban vivas al rey.
Empero, la lectura que se le puede dar a lo ocurrido en el seno del Comité Directivo Estatal del PRI, es que la llegada de Julián fue plenamente acordada entre los priistas del viejo cuño y con algunos no tan viejos pero que mantienen un peso específico en el tricolor y no sólo a nivel local, sino en la dirigencia nacional, como es el caso del diputado Willy Ochoa, ex secretario de organización del CEN del PRI y ex secretario general por prelación; no olvidando que fue precisamente él quien dio la cara, junto con Arely Madrid Tovilla, para inconformarse públicamente por la manera ilegal en que se sostenía Albores Gleason al frente del PRI Chiapas.
Hace apenas un par de días, Willy Ochoa dijo textualmente; «la renovación de la dirigencia estatal debe ser un proceso que inicie la gran nueva etapa del PRI en Chiapas, la renovación del Comité Directivo Estatal debe ser el primer gran paso para ofrecer lo mejor a la sociedad, es el momento oportuno para probar a la ciudadanía que queremos renovar nuestra relación con ella, porque de esto dependerá en mucho las posibilidades del PRI en el 2018, en lo local como en lo nacional» .
Con esto queda más que claro que para algunos priistas no importa tanto la cabeza, importa más la inclusión de todos los cuadros y el nivel y trayectoria partidista de muchos priistas, que con el alborismo habían sido excluidos. Willy Ochoa vuelve a ser de los pocos que se manifiestan a favor o en contra de lo que está ocurriendo con la dirigencia del PRI en Chiapas, actitud que se les ha olvidado a muchos, mismos que en su momento alzaron la voz pero ahora denotan omisión y valemadrismo de lo que ocurre con el tricolor.
De lo que ocurra con Julián Nazar y su actitud de recomposición del «pri» para convertirlo en el PRI que muchos quieren ver, será una historia que se irá escribiendo a diario. Lo de imperiosa necesidad y es algo que el famosísimo talibán tiene que corregir, es ese leguaje florido que lo ha caracterizado y el apodo de garrotero tendrá que hacer mucho para sepultarlo… Por hoy es todo, nos leemos en el próximo En Resumen…

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