Dos informes publicados por el Proyecto de Justicia Mundial (WJP por sus siglas en inglés), han puesto en la balanza la situación que guarda nuestro país en materia de Estado de derecho. Deterioro y estancamiento sintetizan el resultado que arrojan los factores y sub-factores que conforman las mediciones.
Primero se dio a conocer la cuarta entrega del Índice de Estado de Derecho en México 2021-2022 que revisa el desempeño institucional en las 32 entidades federativas; conviene subrayar que este es el único subíndice nacional producido por el WJP en el mundo, por lo cual es un instrumento valioso. Los puntajes oscilan entre 0 y 1, donde 1 indica la máxima adhesión a Estado de Derecho.
De la medición de ocho factores entres los que se encuentran Límites al poder gubernamental, Ausencia de corrupción y Gobierno abierto, la puntuación más alta la obtiene Querétaro con 0.49 seguido de Yucatán y Guanajuato, y la peor Guerrero con 0.34. Respecto al informe previo, 12 entidades permanecieron sin cambio y 14 empeoraron su situación. Las razones que explican esta circunstancia son tres: deterioro en los sistemas de justicia penal (no se investigan los delitos de manera eficaz); falta de avances en materia anticorrupción (abuso del cargo de las personas servidoras públicas) y debilitamiento de los contrapesos institucionales eficaces en los gobiernos estatales.
Hace unos días el WJP presentó la doceava edición del Índice Global de Estado de Derecho que revela malas noticias mundiales, ya que su cumplimiento y apego cayó en 61 por ciento de los 140 países encuestados. Los resultados conseguidos por México no son satisfactorios al ocupar la posición 115; bajó dos posiciones con relación al año anterior y se encuentra en el lugar 27 de 32 en América Latina con un puntaje de 0.42.
Los retrocesos en el sistema de justicia civil y el debilitamiento de la ciudadanía y la prensa como contrapesos son elementos importantes, además de un estancamiento en la lucha anticorrupción. No obstante, el país muestra fortalezas en la efectividad de los órganos de fiscalización, en la transición de poder conforme a la ley y la integridad de los procesos electorales (en momentos en que se cuestiona su viabilidad).
Es lamentable ver cómo el respeto a los derechos humanos disminuyó en dos terceras partes de las 140 naciones evaluadas. Al respecto, México tiene tareas pendientes en libertad de expresión al ubicarse en el lugar 97; en seguridad por supuesto (lugar 100) y en ausencia de discriminación (130); retos fundamentales para el Estado y la sociedad civil.
El debilitamiento del Estado de Derecho es algo que nos debe preocupar, pero sobre todo ocupar a todas y todos.