Estado excluyente: hay pocos interpretes para personas sordas

En Chiapas las escuelas, hospitales, sistemas de transporte y prácticamente todas las dependencias gubernamentales carecen de este tipo de expertos; a la fecha no existe una política pública específica para garantizar a la comunidad sorda una interpretación eficaz y segura para acceder a servicios y al sistema de justicia

Elizabeth Marina / Portavoz

[dropcap]E[/dropcap]l 22 por ciento de los habitantes del estado son sordos, por su discapacidad ven limitado su acceso a la educación, al trabajo, servicios públicos y hasta la justicia; además, se convierten en personas vulnerables y son excluidas laboral, educativa y socialmente desde los primeros años de vida hasta la adultez.
Pese a que el porcentaje de la población sorda en el estado es alta, las escuelas, hospitales, sistemas de transporte y prácticamente todas las dependencias gubernamentales carecen de intérpretes de Lengua de Señas Mexicanas (LSM) y a la fecha no existe una política pública específica para garantizar a la comunidad sorda una interpretación eficaz y segura para acceder a servicios y al sistema de justicia.
Los insuficientes intérpretes con los que cuenta el estado muestran la falta de interés y la exclusión que radica en todos los sectores.
De acuerdo con Felipe Saldierna Rodríguez, maestro de LSM e intérprete estatal, en toda la República Mexicana hay muy pocos intérpretes y el número se reduce a nivel estatal.
La situación se agrava al tomar en cuenta que este sector necesita de atención jurídica, sicológica y médica, a la par que enfrentar diversas problemáticas personales resultado de la exclusión a la que se ven sometidos a diario.
Lo anterior indica que en Chiapas, no se cumplen con las expectativas para atender a las y los sordos; la falta de intérpretes e interés por aprender el LSM impide el avance para el sector con discapacidad auditiva.
Felipe Saldierna, mejor conocido como «Faytek», dijo en entrevista que son los jóvenes quienes en los últimos años han mostrado mayor interés hacia el aprendizaje; un interés que si bien calificó como bueno, se pierde ante el desinterés de las autoridades por promover la inclusión del sector.
En este sentido reveló que sólo existen dos dependencias de gobierno que cuentan con un intérprete: «somos incapaces de saber cuándo tendremos a nuestro lado a una persona con discapacidad auditiva, por eso es indispensable que nos interesemos en aprender su idioma, en comunicarnos con ellos porque de un momento a otro podemos tener un hijo, hermano, primo o alumno sordo».
Como intérprete e hijo de padres sordos, ha emprendido talleres mensuales de LSM, con la intención de fomentar la inclusión de las personas sordas.
En dos años, a través de la escuela «Manos que Hablan», alrededor de 70 personas aprenden lo básico en LSM cada mes, lo que significa un buen impacto y una aportación al sector.

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