Estudiantes de la Unicach permanecen firmes

Los alumnos en huelga demandan la salida del movimiento de actores políticos que sólo buscan su beneficio particular y no condiciones decorosas para la comunidad universitaria

Daniel Torre/Portavoz

Un auto rojo estacionado afuera del Campus Universitario de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach) altera la calma, los compañeros aseguran que es común que los vengan a vigilar, a intimidar. Llevan semana y media resguardando las instalaciones.
La noche es calurosa y las ojeras comienzan a hacerse visibles, apenas duermen; cuidan y rondan; juegan y ríen. Se les nota hartos de pertenecer a una guerra política, una pelea por el poder; acordaron mantenerse al margen y pugnar únicamente por el bienestar de la comunidad estudiantil. Sus peticiones son vastas y justas.
Mientras recorremos los talleres de pintura, el vocero de Gestión y Promoción de las Artes explica que todo inició el viernes 21 de abril después de que el director de Humanidades, Rafael Araujo, lo invitara días antes a una reunión en una cafetería para tratar temas relacionados con las ineficiencias de la administración del rector Adolfo Antonio Guerra Pérez.
Araujo lo convenció al decirle que también asistirían directores, estudiantes, maestros, integrantes del sindicato y personal administrativo. Al llegar al lugar de la cita había alrededor de 20 personas entre alumnos de distintas carreras, así como el entonces director de Planeación, Pascual Ramos, y otro individuo que nunca se identificó pero que saben tiene nexos con el Gobernador del Estado.
Mientras señala unos salones con vitrales grandes donde asomaban pinturas, interrumpe la conversación para acotar: «Estos salones deberían tener un sistema de ventilación especial», y es que es un factor de riesgo para la salud si se toma en cuenta el encierro y que las pinturas contienen químicos. Además no hay suficientes caballetes para uso de los la comunidad estudiantil.
Mientras caminamos con dirección a los talleres de cerámica y grabado retomó el tema de la reunión y explicó que ahí fueron invitados a realizar una huelga el día martes, ya que había problemas relacionados con aviadores y corrupción
─Nosotros nos comportamos desconfiados debido a que Pascual es excandidato a la rectoría; en la reunión comenzaron a preguntarnos cuales eran nuestros problemas y qué necesitábamos. Al final decidimos consensarlo con los compañeros de la carrera y se crea un grupo de WhatsApp con el nombre de Consejo General de Representantes (CGR).
Seguimos con el recorrido, los talleres de cerámica parecen un chiquero, tambos de plástico en mal estado por todos lados y mesas oxidadas; un estante que cae a pedazos resguarda el material de los alumnos. Uno pensaría que es un basurero.
Para el día domingo, según el vocero, los convocaron a una reunión con las mismas personas en la colonia Moctezuma donde les harían firmar un documento, sin embargo, debido a que se consensó la información con todo el cuerpo estudiantil, únicamente se presentaron dos personas quienes acudieron a cuestionar la forma en que estaban procediendo.
─Mágicamente el lunes ya había un pliego petitorio con todo y resolutivo firmado por el rector de la universidad, donde se comprometía a cumplir algunos puntos, basado en un supuesto documento que se realizó en agosto del 2016 donde según hubo una reunión donde firmamos todas las licenciaturas; todo esto es falso y se le dejó muy claro a Pascual.
El vocero me encaminó a los demás salones, golpeo con el puño levemente unos pequeños cuartos que estaban entre dos pasillos, el sonido fue prominente: «estos son de unicel».
El día lunes toman el campus y se deslindan de la CRG. Esta acción, reconoce, se toma luego de que por medio de mensajes de números desconocidos les decían en el grupo de WhatsApp que la huelga no era necesaria y que se iban a cumplir los puntos.
Para el martes, una estudiante de nutrición cierra la Ciudad Universitaria con el apoyo de CRG. Colocó mantas y pedía la destitución del rector. A su movimiento se suman otros estudiantes.
─Ese día les llevaron comida supuestamente de nuestra parte pero lo curioso es que no tenemos ni para nosotros, con qué trabajo tenemos garrafones de agua. Pero ese fue un punto clave para saber que esto estaba politizado y que había un patrocinador.
Para mala suerte de la CRG y quien se encuentre detrás de ellos, las y los estudiantes de Ciudad Universitaria comenzaron a organizarse y Magali pierde el poder el día miércoles.
─Ya no quieren la cabeza del rector, sino resolver los problemas; el mismo miércoles los estudiantes del Campus Universitario entregamos el primer pliego a Roberto Domínguez, secretario de Educación y exrector de la Unicach.
Un extraño ruido nos hace regresar a la explanada de la entrada, son las dos de la madrugada, los alumnos buscan en qué entretenerse, algunos incluso juegan a las escondidas, llevan ya casi dos semanas y no saben qué más hacer. Una compañera bajo una manta enorme que dice ¡Campus Unido te da la bienvenida¡ teje una mantita.
Para el día miércoles, me cuenta, convocan a una conferencia de prensa en la se deslindan públicamente de los problemas políticos y de la CRG, además declaran el movimiento como autónomo ya que sólo buscan el bien de su comunidad.
A estas alturas ya es visible que se trata de un tema político, una guerra de poder donde los medios de comunicación son partícipes.
─El día jueves los compañeros de CU realizaron un boceto de su pliego petitorio, el cual fue «robado» en la madrugada por la joven que inicialmente tomó las instalaciones, quien a su vez se lo da a un abogado. Al enterarnos tuvimos que marcar a medio mundo para que no aceptaran nada.
El reloj indica que son las 3:30 de la madrugada. A estas horas ya nadie juega las interminables escondidas que, a razón de imaginación, eran rondas eternas, ¿cuándo iban encontrar a alguien en toda la universidad?, es importante señalar que tienen prohibido, por mutuo acuerdo, beber alcohol y fumar hierba; los cigarros, esos sí vuelan.
─Para el sábado, después de que el viernes nos dieran una respuesta en la que nos daban largas escudándose bajo un montón de procesos burocráticos, CU y Campus nos reunimos y acordamos que no nos levantaremos hasta que se cumplan nuestras peticiones.
Los talleres de grabado están es severas condiciones, «la universidad ni siquiera te apoya con un vehículo para ir a traer los materiales, mucho menos para conseguirlos», dice el vocero.
─El lunes se negoció tregua debido al movimiento magisterial y el martes respondimos al pliego.
Innumerables veces se les ha dicho a los políticos que con la comunidad universitaria no se juega y mucho menos se utiliza. Como dice el expresidente Felipe Calderón, «haiga sido como haiga sido» ellos aprovecharon inteligentemente el ajetreo emergente y abogaron por su bienestar, por levantar de la decadencia a la Unicach.
El vocero argumenta que no tienen absolutamente nada en contra del rector, pero sí se han encargado de visibilizar su situación en la que se encuentran ya que necesitan acciones urgentes en favor de la comunidad universitaria.

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