El legislador plantea diseñar un programa de inclusión laboral para las personas de la tercera edad; se debe trabajar por una sinergia generacional, sostiene
Redacción
[dropcap]L[/dropcap]a experiencia de vida y productiva de los adultos mayores debe ser aprovechada en el ámbito laboral y no condenarlos a un retiro prematuro cuando tienen aún mucho que aportar a la comunidad, sostuvo el diputado federal por Chiapas, Emilio Salazar Farías.
En sus recorridos por las colonias de la capital chiapaneca, el legislador se topó con hombres y mujeres de amplia experiencia, que de tener un espacio productivo en una empresa o dependencia estaría aportado sus conocimientos y sabiduría al desarrollo del estado.
«La juventud es esplendorosa, la energía es inigualable, pero adolecen de experiencia. Y en la toma decisiones públicas es muy riesgoso dejar en manos de inexpertos los asuntos importantes. Debe ocurrir una sinergia generacional. Que a los jóvenes se les garantice la oportunidad de obtener un primer empleo aun sin experiencia, y que la experiencia de los adultos no se deseche», sostuvo el también empresario chiapaneco que iniciará una serie de reuniones con representantes de la iniciativa privada, a fin de consolidar un proyecto que busque generar empleos bien remunerados y con todas las prestaciones de ley.
Una buena estrategia es la creación de bolsas de trabajo exclusivamente para adultos mayores. En la que la experiencia tenga preponderancia. Una vez dentro, se evalúan las vacantes que coincidan con el perfil de los solicitantes con el fin de postularlos para obtener un empleo, «Hay mucha gente que quiere seguir trabajando y lo puede hacer, pero no se les está brindado la oportunidad. Debe haber empleos para el técnico y para el profesional. Debe haber capacitación y facilidades. Debe haber dignidad. Un adulto debe sentirse y ser productivo», planteó el presidente de la Comisión de Desarrollo Municipal en la LXIII Legislatura.
Finalmente, Salazar Farías sostuvo que un programa de esta naturaleza debe buscar la reactivación social de las personas de la tercera edad en la sociedad, así como también el beneficio en la economía familiar de los ancianos. No como una suerte de generosidad sino de reconocimiento pleno a su experiencia y habilidades.
