Apenas nos recuperábamos del shock por el asesinato de la joven de 18 años Ana María Serrano, ocurrido el 12 de septiembre al interior de su domicilio en Atizapán que fue perpetrado por su exnovio, cuando diez días después conocimos otro caso similar. Montserrat Juárez de 25 años quien había sido reportada como desaparecida desde julio de 2022, fue hallada muerta este viernes.
Su fallecimiento se debió a traumatismo múltiple según autoridades forenses. La detención de los presuntos responsables (la pareja de ella y el padre de este) fue gracias a la difusión en redes sociales de un video donde se ve a los hombres sacar el cuerpo de un edificio. El de Montserrat es el último caso conocido de una perturbadora ola de feminicidios recientes que nos han sacudido por la brutalidad y saña con la que son cometidos.
Un mes antes, se habían confirmado los peores augurios ante la desaparición de Ivana Huato de 22 años. Vecina de la alcaldía Benito Juárez, apareció sin vida en Tlaxcala; por el crimen las autoridades detuvieron a un hombre (que era inquilino de la madre de Ivana) y a una mujer.
Este 4 de septiembre Debanhi Escobar habría cumplido 20 años. Desde que fue hallada sin vida al interior de una cisterna de un hotel en Escobedo, Nuevo León, hace año y medio, su muerte sigue sin esclarecerse a pesar de la incansable lucha emprendida por sus padres.
En otro hecho emblemático de la violencia contra las mujeres, una pareja fue acusada del feminicidio de Ariadna Fernanda cuyo cuerpo fue hallado sin vida en la carretera a Tepoztlán en noviembre de 2022; a través de un video se observa al hombre cargar el cuerpo inerte de Ariadna en la cochera de un edificio.
Los dos autores materiales del asesinato de Abril Pérez Sagaón ocurrido en noviembre de 2019 fueron sentenciados a 52 años y 6 meses de prisión; declararon que el exesposo les pagó por cometer el crimen.
Aunque hay personas detenidas por todos estos feminicidios, la impunidad parece ser una constante en la mayoría de los casos. De acuerdo con cifras oficiales, 10 mujeres son asesinadas cada día en México. Entre enero y agosto de este año se han cometido 572 delitos de feminicidio (más de dos por día). ¿Qué hay detrás de estos hechos; qué mueve a las personas a cometer estas agresiones?
Entre las recomendaciones que formula Naciones Unidas para la adopción de medidas contra el asesinato de mujeres y niñas por razones de género, están las de impulsar campañas de sensibilización, detectar y combatir los estereotipos de género y la discriminación, determinar la eficacia de las leyes y velar por que las autoridades competentes investiguen, enjuicien y sancionen, con la diligencia debida y sin demora, cada caso de feminicidio.
En noviembre de 2009, la Corte Interamericana de Derechos Humanos encontró culpable al Estado mexicano por no actuar de forma debida en la investigación del crimen de Claudia, Esmeralda y Laura Berenice, agredidas sexualmente y asesinadas con extrema crueldad en el paraje Campo Algodonero en Ciudad Juárez. Aunque la sentencia marcó un antes y un después, más de 400 mujeres fueron asesinadas en esa ciudad durante dos décadas.
Bajo ninguna circunstancia debemos normalizar la violencia contra las mujeres ni ser indiferentes a la cotidianeidad de los crímenes cometidos contra ellas; no son estadísticas, eran vidas a las que se les ha roto su futuro y el de sus familias. No merecemos vivir así. ¡Basta!