Fraudes, robos, secuestros, los peligros de comprar por redes sociales

La popularidad de las plataformas de interacción social ha generado espacios para ventas, compras e intercambios de bienes y servicios que muchas veces pueden terminar en una mala experiencia

Daniela Alfaro / Portavoz

[dropcap]L[/dropcap]as redes sociales se han convertido en los nuevos escenarios de actuación de los delincuentes, en los que ahora no tienen que invertir ni mucho dinero y tiempo, además sin poner en riesgo su identidad.
Según estadísticas de la Agencia de Investigación de la Fiscalía General de Justicia, Chiapas se ubica dentro de los cinco estados con mayores porcentajes de fraudes y robos a través de las tiendas virtuales y a diferencia de la Ciudad de México, no existe una Policía Cibernética a cargo de estos delitos.
Las plataformas de interacción social o redes sociales forman parte de nuestro entorno en la actualidad y se han adentrado en nuestra vida cotidiana como una herramienta para comunicarnos de manera más sencilla y de mantenernos al día de las actividades de nuestras familias y amigos.
Las posibilidades que ofrecen son infinitas y dentro de sus múltiples facetas, algunas de estas redes, como Facebook e Instagram, se han utilizado y promovido como espacios abiertos de ventas locales; catálogos virtuales en los que los usuarios pueden comentar, apartar y establecer una compra.
Esta situación es ideal, pero ¿qué pasa cuando las redes se vuelven en nuestra contra? El resultado del misterio de no saber con quién hablas del otro lado de la pantalla puede convertirse en un elemento de peligro.
En números, según una encuesta de mayo de 2017 realizada por alumnos de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Chiapas, 38 de 40 usuarios del rango de 15 a 35 años han tenido interacción con alguna tienda en línea, y 28 de 40 usuarios han sido clientes de ellas. Estas cifras demuestran que, en la población joven, la mayoría ha hecho uso de las referidas tiendas virtuales representando un hábito cotidiano con su propio protocolo de venta.
Todo esto suena como un negocio perfecto, pero la realidad es otra. En la misma encuesta realizada, sólo 13 de 28 personas han tenido una compra exitosa, en otros términos, han estado complacidos con el artículo y las condiciones de venta fueron adecuadas. En contraste, 15 de 28 personas tuvieron una mala experiencia con dichas transacciones, algunos de los afectados afirman que el producto no se parecía al que ellos habían ordenado y, en el peor de los casos, una vez acordado un depósito previo, el vendedor puede dejar de contestar los mensajes o desaparece repentinamente sin dejar rastro.
La situación más grave ocurre cuando una persona es citada en un lugar poco frecuentado y de cliente pasa a convertirse en víctima de un asalto, es agredida y despojada de sus pertenencias.
Esto le ha ocurrido a un porcentaje de las personas que frecuentan con visitas virtuales las tiendas en línea, en las que no existen aparentes leyes y regulaciones, lo que ocasiona extorsiones sin ningún tipo de represalias. Actualmente en Chiapas, los casos y juicios de demandas por fraudes de esta índole no proceden.
En el caso de la capital, existen al menos cinco sitios establecidos en donde se generan reuniones para este tipo de ventas informales. El más popular, por ser un lugar público y conocido, además de un punto de reunión, es el Parque Central y la cruz frente a la Catedral tuxtleca; después le sigue el Parque de la Marimba y el Parque Bicentenario, aunque éste último es un poco menos frecuentado porque, a diferencia de los demás, suele ser menos concurrido. Plaza Cristal es considerado uno de los menos peligrosos no sólo por la cantidad de visitas que recibe, sino porque cuenta con guardias de seguridad por los comercios establecidos. Por último el Parque 5 de mayo, que a diferencia del anterior, es uno de los lugares que genera mayor desconfianza a las personas involucradas, según la encuesta realizada.

Delincuentes en casa desde internet

De acuerdo con reportes de las autoridades de la Ciudad de México, el uso de las redes para delinquir se ha incrementado hasta en un 100 por ciento en los últimos dos años. Las personas confían su dinero en tiendas falsas y nunca más lo vuelven a ver. Delitos como el fraude y la estafa han cambiado de plataforma.
Chiapas no cuenta con una organización de policías cibernéticos, ya que este tipo de delitos son atendidos por la Policía Federal y por la Fiscalía General de Justicia. En la actualidad, no es necesario salir y andar por lugares solitarios de noche para ser asaltado como se cree popularmente; los ladrones cada vez son más creativos y pueden robar desde la comodidad de su casa por medio de internet. Este tipo de estafas afectan a la población en general y sin distinción de edad o sexo.
Con una infinidad de ventajas, las ventas en línea han cobrado fuerza en los últimos años. Es realmente poco lo que se necesita para iniciar un negocio de este tipo, gran rentabilidad, poca inversión inicial y acceso a casi cualquier zona geográfica son sólo algunas de las ventajas que toman sobre las tiendas físicas. Aunque siempre se está expuesto al peligro de altercado menor, las probabilidades de ser víctima de una estafa virtual son latentes.
Jesús Nucamendi es un chico de apenas 16 años de edad y es estudiante del tercer semestre de preparatoria. Como cualquier joven, tiene una estrecha relación con las redes sociales y su constante actividad en ella lo ha llevado comprar e incluso vender en mas de una ocasión.
Tras algún tiempo de realizar este tipo de actividades el tomó confianza en la compra/venta por este medio. En un trato con un nuevo vendedor, le solicitaron que hiciera un depósito antes de recibir un videojuego. Dicho depósito incluía el pago del envío, pues trataba con un comerciante de San Cristóbal de Las Casas.
Teniendo algo de experiencia en la dinámica, no vio problema alguno en realizar el pago previsto. Un par de horas después, la persona con la que realizaba el trato lo había bloqueado de Facebook y desaparecido con mil 200 pesos. «Perdí mi dinero y estaba muy enojado, pero se volvió una historia para contar. No desconfío de comprar mis cosas en internet, sólo que ahora soy más cuidadoso buscando vendedores».
Un elemento importante a la hora de realizar compras es la revisión de la cuenta y verificar que esta sea real y que todo permanezca en orden a la hora de realizar un trato. Inspeccionar las fotos y revisar el muro de la persona con la que tratas, además de pedir referencias en distintos grupos de ventas, ya sea vía Facebook o Instagram. En el caso de los menores de edad siempre es importante mencionar que se requiere autorización previa y ayuda de los padres a la hora de realizar la compra y el intercambio de productos.
Alejandra Álvarez García se unió a las ventas en Instagram desde hace más de tres años y le han resultado exitosas en general. En Facebook ha creado una página donde enseña a sus clientas, por medio de vídeos y enlaces en vivo, cómo usar sus productos de maquillaje y les brinda consejos. Ha trabajado con diferentes proveedores a lo largo de su carrera como vendedora, pero así como existen compradores que han sido estafados por sus vendedores, también hay comerciantes que han sufrido abusos y fraudes por parte de sus distribuidores y hasta de sus futuros clientes.
«Cuando comencé a vender ropa trabajaba con proveedores chinos y deje de comprarles porque en una ocasión hice un pedido de más de 4 mil pesos y jamás me llegó, traté de recuperar lo invertido y dije que jamás volvería a hacer un pedido con ellos».
Alejandra ha tenido que tratar también con clientes que le aseguran la venta y apartan sus productos pero que antes de concluirla, ya no están interesados. Parte de su experiencia ha sido que para ganar clientes trató incluir la facilidad de pagos mensuales y quincenales para liquidar sus deudas pero, tras un par de pagos, muchas personas desaparecen, llevándose el producto a medio pagar.

Víctimas en aumento, casos resueltos en descenso

El apogeo de las ventas en línea ha sido provocado por diversos factores. Entre ellos los más populares se puede considerar la poca inversión económica. No hay necesidad de rentar un local, registrarse en hacienda y pagar los impuestos correspondientes como el resto de las tiendas físicas. Esta evasión de registros y papeleo se debe a la falta de regulación, normas y la inexistencia de leyes que ayuden a tener control sobre las ventas a través de redes sociales.
Las estafas y robos virtuales suceden con mucha más frecuencia de lo que uno pensaría. Las denuncias van en aumento y se trata de resolver la mayor cantidad de casos posibles. Sin embargo, Chiapas no cuenta con una policía virtual como sucede en la Ciudad de México.
La Policía de Ciberdelicuencia Preventiva ubicada en la capital de la República, cuenta con monitoreo de redes sociales y sitios web en general, ofrece pláticas informativas en centros escolares e instituciones con el objetivo de advertir los delitos y peligros que se cometen a través de internet, así como la forma de prevenirlos. Además cuenta con un servicio para atender reportes derivados de internet, recibir información o solicitar pláticas informativas, con atención a la ciudadanía las 24 horas y 365 días del año.
La Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) no cuenta con el equipo necesario para realizar este tipo de actividades y dar seguimiento a las investigaciones. Aunque se trata de dar continuidad a los casos, esto se complica al momento de rastrear los perfiles falsos de los acusados. Del 100 por ciento de los casos registrados ante la Fiscalía sólo el 5 por ciento han sido resueltos dando con el autor de delito.

¿A qué nos enfrentamos? al mundo virtual

Las autoridades recomiendan a la población desconfiar de perfiles de ventas en redes sociales, ya que éstos no son sitios seguros de comercialización. No se puede obligar al anunciante a responder ante reclamaciones o aclaraciones y, si bien no existe algún tipo de certificación para combatir esta problemática, existen ciertas medidas de prevención que ayudan a saber cuándo una tienda es de fiar y es segura para hacer una compra.
Verificar la información de la persona que vende un producto, así como pedir referencias sobre qué tan confiable es puede evitar ser engañado. Tener datos importantes como el número de celular y nombre completo para poder estar en comunicación con el vendedor, pues las personas que se dedican a estas estafas cuentan con diversas cuentas falsas de tiendas fraudulentas.
Es necesario hacer énfasis en la forma en cómo se ha llegado a normalizar los fraudes virtuales ya que al no ser revelada la identidad de las personas detrás de las tiendas en línea, pueden representar una verdadera alerta. Mientras los números de víctimas van en incremento, el mayor problema es toparse con las autoridades quienes no se toman en serio los delitos cometidos a través de estas plataformas.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *