Educador, impresor y libertario, forjó el pensamiento moderno en Chiapas y proclamó la independencia desde el púlpito: su legado aún marca a generaciones
Noé Juan Farrera Garzón / AquíNoticias Staff
Matías Antonio Córdova Ordóñez (1766-1848), conocido como Fray Matías de Córdova, emergió como figura clave en la historia chiapaneca al vincular su vocación religiosa con la transformación social. Este fraile dominico originario de Tapachula dedicó su vida a la educación indígena, convencido de que «la ilustración es antorcha que disipa las tinieblas de la ignorancia», según registran sus escritos.
Su legado educativo se materializó en 1826 con la fundación de la Universidad de San Cristóbal de Las Casas, pionera en educación superior en el sureste mexicano. Revolucionó la difusión cultural al introducir la primera imprenta en Chiapas, desde donde editó «El Pararrayos», periódico que difundió ideas ilustradas y libertarias entre la población.
El 28 de agosto de 1821, desde el púlpito del templo de Santo Domingo en Comitán, proclamó: «¡La independencia es el único camino para la dignidad de los pueblos!», encendiendo el movimiento separatista que llevaría a Chiapas a separarse de Guatemala y unirse a México.
Como escritor, su fábula «La tentativa del león y el éxito de su empresa» (1825) fusionó literatura y crítica social, mostrando su dominio del lenguaje simbólico. La obra, considerada joya de la literatura novohispana, revela su aguda conciencia sobre las desigualdades sociales de su época.
Investigaciones del Centro de Estudios Históricos de Chiapas destacan que su labor educativa benefició especialmente a comunidades tzeltales y zoques, a quienes alfabetizó en sus lenguas maternas y en español, innovación pedagógica sin precedentes.
Hoy, su nombre perdura en calles, escuelas y la Medalla «Fray Matías de Córdova», máximo galardón cultural del estado. La Secretaría de Cultura estatal preserva su legado como «fundamento de la identidad chiapaneca contemporánea».
Con información de Primer Plano Magazine