Las capturas de menores y adolescentes migrantes no acompañados, por autoridades migratorias mexicanas, se convierte en una problemática más en la Frontera Sur, por lo que podría ser víctimas de delincuencia organizada
Ana Liz Leyte / Aquínoticias
Las capturas de menores y adolescentes migrantes no acompañados, por autoridades migratorias mexicanas, se convierte en una problemática más en la Frontera Sur, al no poder albergarlos en estaciones migratorias por modificación a la ley migratoria.
Ante ello el Instituto Nacional de Migración (NM), traslada a los menores a los Sistemas para el Desarrollo Integral (DIF) municipales o estatal, de donde se han fugado o les dan salidas voluntarias, explicó Fernando Castro Molina, consultor migratorio, lo que representa un riesgo para estos menores, que si bien, buscan –en su mayoría- el sueño americano, son doblemente propensos a caer en manos del crimen organizado.
«Se han dado cientos de fugas de menores y adolescentes migrantes no acompañados de los albergues en territorio mexicano ya sea del Dif estatal o municipal o particulares, ya que es reducido el número que pueden atender por sexo como se ha reconocido por parte del gobierno mexicano.
En el caso de las fugas de los menores no se reportan por las autoridades migratorias, ni del DIF, ni mucho menos por autoridades consulares guatemaltecas a la cancillería, lo que es una omisión de denuncia», explicó Fernando Castro Molina.
Lo anterior se da ante la falta de aplicación del denominado Memorándum de entendimiento entre los gobiernos de México, la República de Guatemala, el Salvador, Honduras y Nicaragua, para la repatriación digna, ordenada, y segura de nacionales centroamericanos migrantes vía terrestre, que protegía a menores migrantes y adolescentes no acompañados, para que fueran retornados a sus respectivos países.