La presidenta de México propone reformas al Consejo de Seguridad de la ONU para democratizar la toma de decisiones globales y aboga por la inclusión, justicia y paz como pilares de una nueva gobernanza internacional
Aquínoticias Staff
En el marco de la Cumbre del G20 en Río de Janeiro, Brasil, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, llevó una propuesta contundente: reformar el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) para hacerlo más inclusivo, representativo y democrático. La propuesta busca ampliar la participación de regiones históricamente subrepresentadas, como África, América Latina, el Caribe y los pequeños Estados insulares.
Sheinbaum destacó que este modelo de gobernanza global es un paso necesario para otorgar legitimidad a las decisiones de los organismos multilaterales.
“La democracia, la inclusión, la libertad y la justicia guían esta propuesta. Es momento de construir un mundo donde las decisiones reflejen las voces de todos los pueblos”, afirmó en la Segunda Sesión de Trabajo de la Cumbre, titulada «Reforma de las instituciones de gobernanza global».
Sheinbaum resaltó la importancia del G20 como plataforma para avanzar hacia una gobernanza global que sea transparente, eficiente y responsable. Según expertos internacionales, esta postura coincide con las demandas crecientes de los países en desarrollo, que buscan una mayor participación en la toma de decisiones internacionales.
Para la analista política Carla Rodríguez, la propuesta de México «responde a un contexto global en el que los modelos tradicionales de gobernanza están en crisis, incapaces de abordar desafíos como la paz, el cambio climático y la justicia social”.
En su intervención, Sheinbaum vinculó la agenda internacional con reformas internas en México que buscan consolidar la democracia y la inclusión. Destacó tres iniciativas clave:
- Elección por voto popular del Poder Judicial: Un mecanismo para reforzar la legitimidad y cercanía de jueces y magistrados con el pueblo.
- Igualdad sustantiva y paridad de género: Para garantizar una vida libre de violencia y erradicar la brecha salarial.
- Reconocimiento de los pueblos indígenas: Como sujetos plenos de derecho.
Para el politólogo Rafael Martínez, esta combinación de reformas internas con propuestas internacionales refleja “un esfuerzo por proyectar un México más democrático y participativo, que busca ser un modelo de transformación tanto local como global”.
En un contexto de crecientes desafíos globales, como el cambio climático, las guerras en Oriente Medio y Ucrania, y las desigualdades sociales, Sheinbaum criticó la falta de eficacia del orden internacional actual.
“Las absurdas guerras deben detenerse. La política debe ser el instrumento para construir paz y proteger a los más desprotegidos”, subrayó.
La presidenta también denunció la idea de que “la libertad reside únicamente en el mercado”:
“¿Cuál libertad? ¿La libertad para morir de hambre? Eso no es libertad, es deshumanización.”
Según Sheinbaum, los derechos fundamentales, como la paz, la educación y la salud, no deben tratarse como mercancías, sino garantizarse desde la responsabilidad del Estado.
En su mensaje final, Sheinbaum hizo un llamado a elevar los principios de inclusión, democracia y justicia al máximo nivel internacional:
“Con los pueblos todo, sin los pueblos nada. Construyamos una paz duradera que permita el progreso sustentable con justicia.”