Galimatías / Ernesto Gómez Pananá

Con equis o con ce

Las semanas y los días recientes nos alinean cabalmente respecto de la elección federal del año próximo. Sobre el particular, desde esta indisciplinada columna una reflexión.

El domingo antepasado, en el Ángel de la Independencia, la señora Xóchitl Gálvez recibió la constancia que la acredita con el cargo que la convierte en candidata presidencial de facto aunque por “respeto a la ley” no pueda llamársele todavía de ese modo. La acuerpan el PAN, el PRD y el PRI, suponiendo sin conceder que rodearse de Alito, Jesús Zambrano o “Marko-con K” pueda significar alguna clase de fortalecimiento, así como fragmentos muy decentes de sociedad civil, particularmente clase media.

Por su parte, en el partido oficial terminaron las encuestas y se anunció que ni las combis lectoras ni las jirafas ni los ojos verdes esmeralda pudieron con el charm de la doctora Sheimbaum y a su vez, a partir de dicho anuncio, esta pasó a ocupar el cargo que la hace candidata presidencial de facto aunque por “respeto a la ley” no pueda llamársele tampoco a ella de ese modo.

El hecho es inédito. El año que viene, de no ser que Movimiento Ciudadano se decida entre el señor 3D -Don Dante el Dueño-, el insufrible Samuel o eventualmente el Carnal Marcelo, en la campaña y en la boleta, tendremos el lujo de elegir entre dos mujeres talentosas e inteligentes, poseedoras cada una a su modo, de una trayectoria honorable y además, variable coincidente que las hermana, ajenas ambas de cualquier pasado de militancia priísta, un valor cada vez menos frecuente en estos tiempos.

Dos mujeres frente a frente y una de ellas dos será la próxima presidenta de nuestro país. Por dónde se le vea un acontecimiento digno de celebración.

Un brindis anticipado por ello. Sea como sea, falible e imperfecto, será también un periodo refrescante y para bien. Presidenta Claudia. Presidenta Xóchitl. Se oye bien eso de “Presidenta”.

Oximoronas 1. Para quienes vivimos en Chiapas, resulta fácil identificar al personaje que abraza a Claudia Sheimbaum. Lo padecimos seis años como gobernador. Bueno, en sentido estricto cinco años, ocho meses y algunos días como gobernador constitucional, antes de que renunciara para irse a tomar protesta como Senador de la República para luego -nueva y trágicamente- regresar como gobernador sustituto del interino de él mismo, del cuatro de septiembre al siete de diciembre del 2018. Así se ese tamaño el descaro y la ambición.

La fotografía se publicó el día en que se anunciaron los resultados de la encuesta de corcholatas referida en líneas arriba. Los discursos facial y corporal son elocuentes. Su semántica. El abrazo solo de gesto, histriónico, sin fuerza, oportunista. La sonrisa igualmente hueca, falsa, pretendiendo un acompañamiento sólido que no es tal. Repugnante forma de hacer política.

Lo dicho: En Chiapas hay un “antes” y un “después” del señor Manuel Velasco. La degradación de la política a profundidades abisales, nauseabundas, vergonzantes. Carísimo ejemplo de lo que no debiera ser.

Oximoronas 2. Terminó el tiempo de mangos en el Soconusco chiapaneco. Queda la lluvia que todo lo empapa. El paraiso.

Oximoronas 3. Chile conmemora 50 años del golpe militar y el presidente izquierdista Boric batalla por alcanzar los sueños prometidos en campaña. Mientras tanto Argentina está cerca de caer en los cantos demagógicos del derechista Milei con una perspectiva de resultados también preocupante. A ambas naciones las une una variable principal: democracias sólidas. Si vamos al hoyo, que sea por voluntad mayoritaria.

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