Galimatías / Ernesto Gómez Pananá 

Memorias del podio II

Los juegos de Pekín 2008 tuvieron un nuevo Poseidón: Michael Phelps logró la hazaña de superar los siete oros de3 Mark Spitz al obtener ocho medallas doradas, aderezadas con la friolera de si-e-te-ré-cor-ds-del-mun-do y un récord olímpico.

De entre los metales restantes, emocionante y muy emotiva resulta la victoria de Oussama Mellouli en los 1500 m libres. Pero el mérito de Oussama fue doble, pues repitió metal dorado en la siguiente olimpiada, aunque -en un caso inédito- lo hizo en la prueba de 10 k en aguas abiertas.

Durante estos mismos juegos no pueden omitirse omitirse el caballo francés Alain Bernard y todo el equipo francés que metió en aprietos épicos al relevo norteamericano: La prueba 4×100 relevo libre varones era clave, pues era el último evento, justo la prueba en la que Phelps podía alcanzar su octavo oro y ahí estaban los franceses para impedirlo:

Durante buena parte de la prueba, los galos fueron adelante, parecía que el oro se anotaría para Francia y Phelps se quedaría en la raya. Pero esto no se acaba hasta que se acaba y el último metro y el último segundo cuentan. El relevo francés encabezó la carrera hasta los 98 m de la última posta, prueba fue cardíaca y de alarido: el norteamericano Jason Lizak remontó la desventaja y literalmente en los últimos centímetros rebasó al Caballo Bernard para darle el primer lugar los norteamericanos.

A Bernard esa olimpiada le dejó un sabor agridulce pues si bien ganó la prueba de 100 m libres, tuvo que conformarse con la plata -el primer derrotado- en el relevo antes recreado. Valga adelantar que cuatro años después, en Londres, aunque ya sin Bernard, los franceses ahora sí, se quedarían con el ansiado oro a costa de los norteamericanos.

Londres 2012 fueron otros juegos en los que sonaron himnos de muchos países: Phelps se llevó cuatro oros además de una plata a manos del sudafricano Chad Le Clos, quien lo derrotó en el 200 m mariposa y llegó detrás de él en el 100 m de ese mismo estilo, dando el primer aviso de que a Phelps le iba llegando ya el relevo generacional.

Durante esos mismos juegos, dos franceses llevaron oro en su regreso a París: 200 m libres para Yannick Agnel y los 50 m de esa misma modalidad para Florent Manaudou, medallista en cuatro juegos olímpicos, nadador insignia del deporte francés y abanderado de esa nación en el desfile inaugural del río Sena la semana pasada.

En natación, Río 2016 tuvo muchísimo sabor, Phelps se llevó cinco oros pero una vez más el tiempo y las nuevas generaciones lo alcanzaron: en una impresionante prueba de 100 m mariposa, el favorito natural era evidentemente el titán de Baltimore, pero un jovencito desconocido dio la sorpresa y derrotó a su ídolo de la infancia: Joseph Schooling, oriundo de Singapur ganó para su país la primera medalla de oro en su historia y escribió su nombre literalmente junto a los grandes.

A su lado, en un inédito segundo lugar le acompañaron Michael Phelps, Chad Le Clos y László Cseh. Además de Schooling, Rio tuvo otro caballo negro de un país no habituado al podio. En la prueba de los 200 m pecho, el carril ocho lo ocupó un espigado nadador de un país del que muy poco se sabe: Dmitry Balandin, representante de Kazajistán, quien al nadar en el carril de la orilla, pasó desapercibido, los favoritos, el americano y el ruso, enfrascado en la disputa no lo vieron venir y les pasó por delante, tuvieron que conformase con la plata y el bronce. Fue la primera y hasta hoy también única medalla de oro para Kasajistán.

Un héroe nacional. Los de Tokio 2020 serán unos juegos recordados por su silencio, una alberca sin espectadores y el temor del virus flotando en el aire.

No obstante ello, la natación varonil tuvo grandes momentos con el norteamericano Caeleb Dressel, otra máquina de oros que en estos juegos logró ganar los 50 m y 100 m libres, los 100 m mariposa, el relevo 4×100 m libres y el 4×100 m combinados.

Todo indicaba que los siguientes juegos serían aún mejores. La presión fue demasiada, Dressel pasó por una complicada fase de inestabilidad emocional. Al final, Dressel logró la mejor victoria, su salud mental. Por lo demás, en los juegos de Tokio 2020, Túnez y Brasil pudieron meterse a las medallas: Túnez logró su segunda medalla de oro en natación en toda su historia gracias a Ayub Hafnaui, un joven de 19 años que subió al podio como el mejor en los 400 m libres.

Por su parte el equipo carioca se metió a los bronces en los 50 m libres con Bruno Fratus y en los 200 m de ese mismo estilo con Fernando Scheffer. Entre otras tantas bondades, el deporte de alto rendimiento posee la virtud de recordarnos la grandeza de la especie humana, citius, altius, fortius, más rápido, más alto, más fuerte y la fiesta olímpica es la ocasión para palpar esa grandeza: cíclicamente llega alguien más fuerte, más hábil, más veloz.

En natación, París 2024 le regaló al deporte acuático y a la humanidad una nueva divinidad, y aquí hago una pausa para ponerme de pie y mencionar a su majestad León Marchand, un nadador de cualidades sin antecedente en la natación. Permítaseme argumentar: La natación olímpica varonil reparte catorce medallas de oro individuales y tres en relevos.

Estas diecisiete medallas se disputan nadando pruebas en cuatro estilos diferentes y en general, los nadadores se especializan según sus habilidades: Phelps fue el mejor en el estilo mariposa y libre en tramos de 200 m, además de ganar un evento en el que se nada un tramo de cada uno de los cuatro estilos.

A lo largo de la historia olímpica, pueden identificarse casos similares a Phelps: nadadores capaces de ganar pruebas en libre y mariposa o mariposa y combinado. Esto, para intentar explicarlo mejor, es como encontrar un futbolista que suele jugar como defensa y que puede también ser muy bueno en medio campo pero que no resulta tan hábil como delantero o viceversa.

Mezclar habilidades en mariposa-libre o mariposa-combinado resulta un poco como eso. De la misma forma existen nadadores especializados en los otros estilos, dorso o pecho, que, siguiendo el símil resultarían como porteros cuya especialidad resulta menos “versátil”: un medallista en el estilo de pecho no gana también en estilo dorso o en estilo mariposa. Así era la historia olímpica hasta antes de los juegos que hoy terminan en la Ciudad Luz.

Leon Marchand no únicamente ha escrito su nombre en lo más alto del deporte por sus cuatro medallas de oro, lo ha hecho también por la inédita quiniela de pruebas en las que compitió y ganó pues jamás antes en la historia un mismo nadador -ni Michael Phelps-  había logrado la medalla de oro en 200 m mariposa y 200 m y 400 m combinado pero también el 200 m pecho. Regreso a mi analogía: es como si Merchand fuese delantero de élite, defensa de élite y portero de élite.

Simplemente un superdotado. En 2028, con 26 años de edad veremos cómo le va pero por lo pronto ya es un único de su especie.

 Oximoronas 1. Enooooorme Osmar Olvera con su segunda medalla en París: tus saltos te hacen alcanzar el Olimpo.

Oximoronas 2. Enooorme también Alejandra Estudillo, finalista olímpica, oriunda de Ixtacomitán, un municipio del norte. De la zona norte de Chiapas.

Oximoronas 3. Señor Mayo, ahora todos lo negarán.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *